Más que cierto: muchas personas pasaron por el colegio, pero... por la acera del frente. Tan poca huella les dejó.
Y no es su culpa. No, a muchos el sistema no les ayudó.
Ahora vuelve la Ministra de Educación María Fernanda Campo a proponer que la educación básica sea de 12 años.
Alguna vez se propuso contra el desempleo para retener la masa joven que sale a buscar empleo pero la idea se cayó. No resiste análisis.
Y vuelven con el cuento hoy cuando hace una semana un informe nacional decía que los jóvenes no sabían escribir. ¿Se solucionará con un año más de clases en una escuela en la que por lo general la materia más agradable es recreo?
¿Será que en ese año sí se aprenderá lo que en 11 no? Y digo aprender, pero esto tiene mucho de hondo: enseñar, y más que aprender cantidad de datos inútiles para la vida, formar para pensar que es lo que no se ha hecho casi nunca.
El problema es de todos: sistema, profesores (cada vez quedan menos educadores) y familias (no solo el alumno).
¿Con un año más se asegura que decenas de miles de niños tengan alimentación y transporte escolar? O ¿los estudiantes ya no tendrán que aguantarse meses enteros sin que llegue el profesor de X tema? ¿Se evitará que los niños tengan que soportar tres, cuatro o más profesores en un mismo curso? ¿O al fin aparecerán los docentes que sepan inglés y lo sepan enseñar? Y con ese año, ¿se garantiza que aprendan a entender textos y les guste la lectura?
Con un año más ¿quién garantiza que la internet no siga caída y que los profesores sepan sacarle jugo al computador? ¿Un año más en un salón incómodo, ruidoso o caliente? ¿Un año más estudiando geografía sin entender su entorno histórico y actual o la vieja historia carente de objetividad? ¿Un año más aprendiendo fórmulas matemáticas sin comprender para qué sirven?
¿Para qué un año más haciendo tareas tontas que ni siquiera se revisarán?
¿No sería mejor brindarles a los estudiantes una educación pertinente, como por ejemplo a los rurales?
Con los años que hay basta y sobra. En el sistema actual 12 no serían suficientes y sería tiempo perdido, salvo por los buenos ratos del recreo.
La solución no es esa. Es otra que también va más allá de avanzar a punta de concursos o de megahiperultracolegios de "calidad".
Si 11 años son una tortura ¿para qué otro?
Maullido: No piensan en eso: en hogares con servicios cortados hay más hambre.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6