Si alguna teoría de funcionamiento organizacional o político basara sus tesis en que cada empleado debe parecerse a su jefe, hasta físicamente, la primera lección tendría la foto del presidente Álvaro Uribe Vélez y de su secretario de prensa, César Mauricio Velásquez.
El mandatario, ya conocido por su corredera y trabajo vertiginoso, siempre anda por Colombia y el mundo con un llavero en el que "La clef maîtresse" es un religioso abnegado, un periodista reconocido y respetado (por unos no tanto) y que si a Uribe no le gustara tanto asumir el control de todo y frentear cada situación, también sería su vocero inamovible.
César Mauricio Velásquez le concedió una entrevista a EL COLOMBIANO, justo en su peor momento desde que llegó al Palacio de Nariño, gracias a unas grabaciones y reuniones que lo comprometen a él y a otros cuantos funcionarios del Gobierno.
¿Cree que su militancia en el Opus Dei (institución de la Iglesia Católica fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer), afecta su desempeño como Secretario de Prensa de la Presidencia?
"Ser del Opus Dei es tratar de vivir con exigencia la vida cristiana y no exclusivamente cada domingo. Es vivir segundo a segundo la amistad con Dios en medio del trabajo, el estudio, el deporte, la vida social. De manera que si me pregunta, en este sentido, es lógico que esa amistad con Dios afecte, y siempre para bien, mi vida diaria, mi trabajo.
Quien busca a Dios en el trabajo, el que sea, dice la verdad, lucha contra la mediocridad, intenta ser responsable y no cambia según el sol que más calienta. Lo que usted llama militancia en el Opus Dei afecta mi diario vivir; de lo contrario, no valdría la pena. Los valores cristianos enriquecen la vida de cualquier persona y esto, en la vida pública o en un cargo como el mío, debe estar orientado al bien común. A servir con honradez a todas las personas".
Este hecho hace que al gobierno del presidente Álvaro Uribe lo identifiquen como uno muy afín y que se deja influir mucho por el Opus Dei. ¿Es eso cierto?
"El mensaje del Opus Dei es la búsqueda de la santidad en medio del trabajo cotidiano, sin cosas extraordinarias. En este sentido, el trabajo debe ser exigente, constante y bien hecho. Tal vez todos, en Colombia, tenemos esta imagen del presidente Uribe. Y como él, hay mucha gente en el mundo que sin ser del Opus Dei son constantes y trabajadores incansables. Además, muchas son las virtudes humanas que el Presidente transmite, como la laboriosidad, la sinceridad, la fortaleza y la lealtad. Estas virtudes hacen parte de la vida de un católico, de un buen cristiano que busca la santidad en medio del mundo, como lo intenta la gente del Opus Dei".
¿Cree que es lo mismo que los medios de comunicación se reunieran con Antonio López, alias "Job", para conocer informaciones sobre el conflicto, los desmovilizados, las mafias, el narcotráfico; y que lo haya hecho el jefe de prensa del Palacio de Nariño, allí mismo, para conocer denuncias contra la Corte Suprema, a sabiendas de que existen roces entre el Ejecutivo y esta corporación?
"Como lo he dicho, yo no convoqué la reunión y participé en ella de manera circunstancial. Aún así, le quiero recordar que el señor Diego Álvarez es un abogado y que sobre Antonio López no cursaba ningún proceso en su contra, en ese momento, y tampoco tenía órdenes de captura.
El señor López se reunía con periodistas, con dirigentes políticos y con otra serie de personas, en su condición de vocero de los desmovilizados de las Auc.
Como también se ha dicho, la reunión de la Casa de Nariño no fue clandestina y afirmar que allí se estaba fraguando un complot contra alguna institución del Estado es fantasioso. Por el contrario, por esos días se hablaba de testigos falsos en complot contra el Presidente".
¿Si en esas reuniones con "Job", en la Presidencia, se conocieron informaciones supuestamente sin sustento válido sobre un complot de la Corte, no cree que eso lo tenía que haber decidido la Fiscalía y no un grupo de funcionarios en Palacio?
"Yo no recibí información sobre lo que usted afirma ni antes, ni durante, ni después de la reunión. Sé que el Secretario Jurídico de Presidencia (Edmundo del Castillo) recibió esa información y le dio el trámite respectivo".
Ustedes dicen que les entregaron esas pruebas al jefe de Seguridad de Palacio. ¿Acaso él es la persona adecuada para decidir qué se hace con esa información o no?
"El Secretario Jurídico de la Presidencia es el abogado del Presidente de la República, él actuó con criterio profesional".
Todo parece indicar que el ex embajador de Colombia en República Dominicana, Juan José Chaux, y "Job" se referían a usted como "el curita". ¿Cuántas veces se reunió y qué tipo de relación tenía con "Job", como para que él lo tratara tan amistosamente o, en su defecto, despectivamente?
"Conocí al señor Antonio López en la Casa de Paz que tenían las Auc en Copacabana. Allí fui en julio del 2006 como miembro de la Comisión de Conciliación Nacional de la Iglesia. Ni antes ni después hablé con él. Ni por teléfono, ni por internet, ni personalmente. Después lo vi en la reunión del 23 de abril por ocho o diez minutos, en la Casa de Nariño.
Y así como conocí al señor Antonio López, también conocí a guerrilleros de las Farc y del Eln, mientras participaba activamente, desde la Comisión Nacional de Conciliación, en esos procesos de paz. En este sentido, estoy seguro que fui más a la Casa de Paz del Eln, en Robledo, que a la de Villa Esperanza, de las Auc, en Copacabana".
En las conversaciones publicadas por Semana, usted estaría ayudando de alguna manera al señor Chaux... ¿En qué lo estaba ayudando?
"No sé a que se refieren esas grabaciones. El doctor Juan José Chaux nunca me pidió nada".
Existe rumores que dicen que usted se irá al servicio diplomático. ¿Si usted se va de cónsul para Suecia no significaría que deja su puesto para evitar los escándalos que se viven o que se puedan destapar?
"No sé de dónde saca usted esta información. Nadie me ha ofrecido ir a Suecia. Mi compromiso de vida es responder por lo que hago".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6