Coljuegos estableció nuevas reglas tributarias que modifican la forma en que las casas de apuestas deberán declarar los bonos otorgados a sus usuarios. La medida busca evitar la evasión fiscal y garantizar que los recursos generados por esta actividad lleguen efectivamente al Estado.
De acuerdo con la resolución, los operadores deberán pagar el impuesto al valor agregado (IVA) cuando los bonos jugables representen menos del 1,6% de sus ingresos brutos mensuales. Esta proporción, según la entidad, permitirá identificar si las bonificaciones se están utilizando para reducir la carga tributaria de manera artificial. Por el contrario, las empresas que otorguen bonos superiores al promedio mensual de los derechos de explotación pagados en los últimos doce meses quedarán exentas del impuesto.
Coljuegos también definió un umbral especial para los nuevos operadores durante su primer año de operación, con el objetivo de incentivar su formalización. El organismo recordó que las compañías que incumplan las nuevas disposiciones podrán enfrentar sanciones económicas.
El ajuste forma parte de una política fiscal más amplia orientada a fortalecer la transparencia del sector y asegurar la trazabilidad de los recursos que, por ley, deben destinarse a la salud y al deporte. En esa misma línea, Coljuegos firmó un convenio con las autoridades del Valle del Cauca para intensificar la lucha contra el juego ilegal. Solo en los últimos meses, la entidad reportó la incautación de más de 500 elementos utilizados en operaciones no autorizadas en distintos departamentos.
El anuncio llega en un momento en que el contexto económico del país muestra señales de recuperación. Según reportó, el peso colombiano alcanzó su nivel de valorización más alto desde 2022, impulsado por la confianza de los inversionistas y el ingreso de capital extranjero. Si bien esta apreciación no tiene una relación directa con el mercado de las apuestas, analistas señalan que un entorno macroeconómico más estable podría facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y mejorar la capacidad del Estado para supervisar actividades reguladas como el juego en línea.
En la región, la experiencia brasileña ofrece un punto de referencia. En 2025, la prohibición de los bonos de bienvenida obligó a los operadores a adoptar nuevos esquemas. De acuerdo con datos de ENV Media, el 62% de los jugadores brasileños elige su plataforma en función de los beneficios disponibles, y un 42% migró hacia estos nuevos formatos tras la eliminación de las promociones tradicionales.
En reemplazo de las promociones habituales, un casino brasileño adoptó un sistema de cashback que permite a los usuarios recuperar de forma inmediata un porcentaje de cada apuesta realizada en los juegos de casino. Este formato suprimió las condiciones exigentes de los antiguos bonos — como los requisitos de pérdida mínima o de múltiples apuestas — y fue bien recibido por los jugadores, al ofrecer mayor claridad en las reglas y la opción de retirar el saldo acumulado sin restricciones.
En Colombia, las autoridades buscan un equilibrio similar: un mercado competitivo, pero bajo normas claras. Las nuevas disposiciones sobre los bonos no solo buscan reforzar la recaudación, sino también afianzar la confianza en un sector que, pese a su crecimiento, continúa bajo la vigilancia del Estado.
*Contenido en colaboración con Coljuegos