La Comisión Europea recibió ayer la primera propuesta concreta del Reino Unido para desbloquear el Brexit, un plan que acogió señalando ciertos avances, pero también apuntando a “problemas” en áreas clave como el “delicado equilibrio” que protegen los acuerdos de paz sobre Irlanda.
El presidente saliente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dialogó con el primer ministro británico, Boris Johnson, al recibir la propuesta, que supondría que Irlanda del Norte se mantenga alineada con las normas del mercado único tras el Brexit, pero solo en la circulación de mercancías y de forma temporal.
“El presidente señaló que aún hay puntos problemáticos que necesitarán más trabajo en los próximos días (...) El delicado equilibrio que logran los Acuerdos del Viernes Santo debe preservarse”, señaló la Comisión.
Bruselas mantiene sus dudas de que esta propuesta cumpla todos los objetivos de la salvaguarda pactada entre Londres y Bruselas y que ahora rechaza Johnson, un plan que garantizaba la estabilidad en la isla aún si no se lograra un acuerdo comercial antes de que el Reino Unido esté totalmente desvinculado de la legislación europea.
“Debemos tener una solución legalmente operativa que cumpla con todos los objetivos de la salvaguardia: prevenir una frontera dura, preservar la cooperación Norte-Sur y la economía de la isla y proteger el mercado único europeo y su lugar de Irlanda en el mismo”, dijo Juncker en su conversación con Johnson.
La propuesta de Johnson recoge que Irlanda del Norte saldría junto con el resto del país del espacio aduanero de la UE, lo que involucrará la instalación de controles fronterizos, pero al mismo tiempo se mantendría alineada con las reglas del mercado único.
Uno de los puntos clave de la postura de Bruselas es que la salvaguarda irlandesa, o la propuesta que la sustituya, no puede ser limitada en el tiempo, un reclamo que no cumple el nuevo plan de Johnson al darle a Irlanda del Norte la posibilidad de vetar su alineamiento con el mercado único antes de que entre en vigor y posteriormente una vez cada cuatro años.
Juncker también apuntó a las preocupaciones de la Comisión respecto a capítulos como las reglas aduaneras, ya que Irlanda del Norte abandonaría el espacio aduanero al que sí pertenece Irlanda.
La respuesta de Bruselas, no obstante, deja abierta la puerta a trabajar sobre la base de esta propuesta y continuar las reuniones entre los equipos negociadores.
Juncker reconoció a Johnson “avances positivos” en asuntos que habían formado parte de la postura negociadora europea en la defensa de su mercado único: el alineamiento regulatorio para el intercambio de mercancías y el control aduanero en bienes que lleguen a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido.
“Hay progreso, pero para ser franco aún hace falta trabajo para cumplir los objetivos de la salvaguarda”, señaló el negociador jefe europeo, Michel Barnier.