viernes
3 y 2
3 y 2
La destitución de Pedro Castillo por el Congreso peruano desencadenó que en la última semana los simpatizantes del expresidente salieran a las calles a exigir su reintegro o, en su defecto, la celebración de elecciones para reemplazar al recién relevado del cargo.
A medida que pasan los días, las protestas han subido de temperatura, y lo que inicialmente fueron marchas se han convertido en acciones violentas que ha obligado al comercio a cerrar ante los posibles saqueos; a los sistemas de transporte no operar por el bloqueo de carreteras y el intento de tomarse los aeropuertos, y a los habitantes de distintas localidades a abastecerse de alimentos ante una posible escasez de productos.
Pero lo más grave en estos primeros 8 días de protestas son los enfrentamientos entre los civiles y las autoridades, lo que ha generado la muerte, hasta ahora, de 18 ciudadanos peruanos.
El jueves, un intento de toma del aeropuerto de Ayacucho, fue contenido por el Ejército. “En Ayacucho tenemos ocho fallecidos en la jornada de manifestaciones y enfrentamientos con el Ejército”, dijo a la AFP la Defensora del Pueblo, Eliana Revollar.
Las Fuerzas Armadas intervienen en el control de la seguridad interna tras la declaratoria el último miércoles de un estado de emergencia para contener las manifestaciones.
“Al verse rodeados y que la masa se iba acercando, lo que señalan (los reportes) es que habrían dado la orden de ‘alto’ (antes de disparar), luego disparos al aire pero después han sido disparos al cuerpo”, explicó la funcionaria.
Los señalamientos contra las fuerzas estatales se hicieron más graves porque informes preliminares registran que las multitudes estaban armados con hondas, palos y piedras, mientras que los militares tenían armas de dotación. “Esto amerita una investigación penal, estás personas han fallecido por impacto de bala”, dijo Revollar.
La ministra de salud de Perú, Rosa Gutiérrez, confirmó que el número de decesos desde el inicio de las protestas son 18; además, expresó que se registran otras seis muertes por atropellamiento en los bloqueos de vías.
Las manifestaciones estallaron luego de que Castillo, un maestro rural de izquierda y de origen humilde, intentó dar un autogolpe de estado, cerrar el Parlamento, intervenir los poderes públicos y gobernar por decreto. Por ahora, el expresidente está detenido mientras espera un juicio.
Las protestas y enfrentamientos contra la Fuerza Pública peruana no solo ha afectado al comercio y a los peruanos, también los turistas se han visto perjudicados debido a que muchos de ellos intentaron salir del país pero los bloqueos no les permitieron llegar a sus lugares de origen.
Según datos oficiales serían cerca de 5.000 turistas están varados en la ciudad de Cusco debido al bloqueo de vías por los protestantes, informó el viernes el alcalde de Machu Picchu, Darwin Baca.
“Están en sus hoteles a la espera de que se puedan reactivar los vuelos”, dijo el mandatario local a AFP.
Entre los turistas varados en Perú hay 70 colombianos que no pudieron retornar al país y están a la espera de una solución por parte de la aerolínea y solicitaron una ayuda del Gobierno del presidente Gustavo Petro para regresar.
El aeropuerto internacional Alejandro Velasco Astete, de Cusco, se encuentra cerrado desde el lunes tras un intento de toma por parte de los manifestantes. Se trata del tercer mayor terminal aéreo del país.
En las calles de Cusco aún se realizaban algunas manifestaciones, según el alcalde.
Mientras, tanto, en Machu Picchu unos 200 turistas, principalmente norteamericanos y europeos, salieron caminando por la vía férrea hasta la localidad de Ollantaytambo, a unos 30 km, para poder hacer una conexión hacia Cusco. Por esa vía usualmente transita el tren hacia la ciudadela inca, cuyo servicio también está suspendido.
“Lo que temen es llegar al Cusco y que no puedan seguir a su país porque esto puede empeorar”, dijo el alcalde, quien agregó que se necesita la colaboración de los países para evacuar a los turistas