Autoridades de Puerto Rico presionaron ayer al presidente Donald Trump para que levante la prohibición a que los barcos extranjeros naveguen entre puertos estadounidenses y la isla, que sufre la escasez de agua, combustibles y medicinas una semana después del paso del huracán María.
Pese a que las autoridades federales incrementaban sus tareas de ayuda, muchos de los 3,4 millones de residentes mostraban su desesperación por la prolongada falta de suministros.
El gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, pidió al presidente que levante temporalmente la ley que exige que todos los bienes que provengan de puertos estadounidenses tengan que ser transportados en barcos de esa bandera.
“Lo estamos pensando”, dijo Trump a periodistas. “Tenemos un montón gente que trabaja en la industria naviera que no quiere que la Ley Jones se levante”, agregó.
Entretanto, personalidades puertorriqueñas como Marc Anthony y Jennifer López instaron a Trump a que “cierre la maldita boca sobre la NFL y haga algo con nuestra gente necesitada”.