Aunque no siempre ocupen titulares de prensa, cada fin de semana desde abril del año pasado, los palestinos se acercan a la frontera de vallas y alambres que separa su territorio de Israel para protestar contra el bloqueo por parte de este país y el regreso de los refugiados palestinos que fueron expulsados desde 1948.
Pero este fin de semana no se trató de un plantón más. Esta vez conmemoraron el primer año de la Gran Marcha del Retorno, que comenzó el 30 de marzo del año pasado, día en el que se registró el mayor índice de violencia en esta zona del último lustro, además del Día por la Tierra.
Y en estos últimos tres días los palestinos se acercaron a esta barrera en honor a las 271 personas de su comunidad que han fallecido desde entonces por fuego israelí, según datos de la oficina de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas en los territorios ocupados. El resultado: una Franja de Gaza gris por el humo de las detonaciones y cuatro palestinos fallecidos.
Juan Sebastián Brizneda, maestro en estudios de Medio Oriente de la Universidad Católica de Milán, explica que la importancia de este fin de semana para los palestinos en Gaza radica en el simbolismo de la fecha. “Hay que recordar que según el derecho internacional humanitario Hamás y los palestinos tienen derecho a la resistencia, pero la respuesta de Israel siempre es desproporcionada”, afirma Brizneda.