Mañana son las elecciones legislativas de Venezuela en las que se designará a la nueva Asamblea Nacional –la que reemplazará el parlamento que en la actualidad preside Juan Guaidó– y en esos comicios hay un grupo de candidatos que asegura ser opositor al régimen de Nicolás Maduro.
Sin embargo, son de partidos minoritarios del Legislativo, movimientos con antecedentes chavistas o que tienen los mismos nombres de colectividades realmente opositoras, pero porque estas cambiaron de directiva en los últimos meses por orden del Tribunal Supremo de Justicia (Voluntad Popular o Acción Democrática).
Esos candidatos son, entonces, opositores colaboracionistas. Esa calificación se refiere a personas que se acercaron al oficialismo cuando el resto de sus contrincantes marcaron distancia del régimen.
Esto ocurrió en septiembre de 2019 cuando un grupo de partidos (Avanzada Progresista, Cambiemos, Movimiento al Socialismo, Soluciones para Venezuela) negociaron por su cuenta con Maduro para crear un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) que llamaría a elecciones.
EL COLOMBIANO habló con la secretaria general y candidata de Avanzada Progresista, Maribel Castillo, sobre los motivos por los que decide participar en estas elecciones que una parte del espectro político de Venezuela llama un “fraude”.
¿Se considera opositora?
“Soy 100 % opositora al régimen de Nicolás Maduro”.
La oposición mayoritaria de la Asamblea dice que los que participan se prestan al juego del régimen...
“Eso es una falacia. Hay diligentes extremistas que desde afuera están llamando a no votar para reelegirse ellos mismos en el exilio. Nosotros, los que seguiremos la lucha desde adentro, le pedimos que dejen la guerra contra Venezuela. Son ellos los que nos bloquean alimentos, medicina y nuestro petróleo”.
¿Por qué va a participar?
“Sencillo: porque seguimos el marco constitucional para rescatar la Asamblea Nacional. Hay unos diputados que se fueron al exilio y que no son perseguidos, sino que viven con los recursos que les dan sesenta países, un dinero que no tiene control. Ellos viven un exilio dorado, una política mediática que no es la realidad de lo que vive el país”.
¿Cree en la transparencia de las elecciones?
“Tenemos mejores condiciones que en 2015. Una muestra de eso es que ya no está Tibisay Lucena en el CNE y que renovaron a otros de sus rectores. Los opositores que están con Guaidó tuvieron la oportunidad de participar en la negociación que hicimos en 2019 para conseguir ese cambio en el CNE y no lo hicieron. Ellos están diciendo que las elecciones son ilegítimas, pero acá se pierde es si se deja de votar”.