Los militares surcoreanos apagaron este lunes los altavoces gigantes que transmiten propaganda para los soldados norcoreanos estacionados en la frontera, en un gesto conciliador previo a la cumbre intercoreana de este viernes.
Corea del Sur transmite desde hace tiempo una mezcla de noticias, música y de mensajes de propaganda hacia los soldados norcoreanos para hacerlos desertar, utilizando altavoces gigantes que están situados a lo largo de la ultra fortificada frontera entre ambos países.
Pero las operaciones dependen de los vaivenes de los vínculos entre las Coreas.
El Norte también tiene su arsenal de propaganda.
Las relaciones entre Seúl y Pyongyang han mejorado en los últimos meses y este fin de semana Corea del Norte anunció que ya no lanzaría más pruebas nucleares y ni ensayos de misiles.
Este anuncio se produce antes de la cumbre entre el líder norcoreano Kim Jong Un y el presidente surcoreano Moon Jae-in de este viernes, que precederá un esperado encuentro de Kim con el presidente estadounidense, Donald Trump, más adelante.
“Apagamos las transmisiones con los altoparlantes (...) a partir de hoy para aliviar las tensiones militares y crear un ambiente pacífico antes de la cumbre intercoreana de 2018”, dijo el ministerio de Defensa de Seúl en un comunicado.
Los dos vecinos siguen técnicamente en guerra después del fin del conflicto (1950-53) que terminó con un armisticio pero sin un tratado de paz. Actualmente decenas de miles de soldados custodian la frontera, un territorio sembrado de minas.
La reunión del viernes se celebrará en la localidad de Panmunjom, del lado surcoreano, y es la tercera cumbre intercoreana después de los encuentros de 2000 y 2007, que se celebraron en Pyongyang.