Se repitieron ayer tres historias en Francia, Túnez y Kuwait, todas en relación al yihadismo. Con el recuerdo de los ataques a Charlie Hebdo y al supermercado Hyper Cacher, los franceses vieron cómo en cercanías a Lyon el terror volvía a primera plana. En las playas de Susa, los tunecinos recordaron la matanza del Museo del Bardo, esta vez desde una localidad turística, pero con la misma alevosía contra visitantes occidentales. Y en Kuwait, el atentado fue, como en veces anteriores, dirigido a otros musulmanes, en una mezquita chií.
La oleada de ataques que sacudió tres continentes dejó, por el momento, 65 muertos (uno en Francia, 37 en Túnez y 27 en Kuwait), después de que hace cuatro días el grupo terrorista Estado Islámico (EI) instara a los musulmanes a llevar a cabo ataques con motivo del mes del ramadán.
Asimismo, el grupo extremista Al Shabaab atentó contra una base militar en la localidad de Lego, Somalia, dejando 50 soldados muertos según los violentos, cifra que no confirmó, al cierre de esta edición, el gobierno.
Contradicen el Islam
En el mes sagrado de los musulmanes, los atentados resaltaron por su crueldad. En Francia (ver gráfico), la víctima mortal fue decapitada y su cabeza puesta en la cerca de la fábrica donde trabajaba. En Kuwait la bomba fue puesta en pleno rezo de los chiítas, y en Túnez se utilizaron dos fusiles de asalto Kalashnikov para masacrar turistas indefensos en una playa.
Para el Imam Julián Zapata, cofundador del Centro Cultural Islámico de Colombia, esto demuestra la visión errónea y salvaje que tienen los yihadistas del Islam: “El ramadán es un mes para la paz, el amor, el perdón y la celebración. Las acciones de estos extremistas contrarían profundamente las enseñanzas del Corán, dado que prohibe cualquier tipo de violencia durante su mes más sagrado”.
“Asimismo, estos hechos demuestran que el EI es una multinacional del terror. Gran parte de los yihadistas provienen de Occidente, Europa, Asia, de distintos lugares del mundo. Al tener un carácter internacional pueden atacar en cualquier lugar del globo”, agregó.
John Marulanda, consultor internacional en seguridad y defensa, adelanta en Miami, E.U, precisamente un conversatorio sobre la amenaza mundial del asunto, y los posibles efectos para A.L: “viendo que los extremistas están atentando en tres continentes, nuestra región no esta exenta de peligro y las naciones deben poner atención al tema. En zonas como la triple frontera (Paraguay, Brasil, Argentina) o en Venezuela, gracias a la inacción chavista, se han detectado posibles focos para la entrada del yihadismo”.
Una caja de Pandora
Más allá de las evidentes contradicciones de los extremistas frente al Islam y su accionar internacional, cabe preguntar ¿qué llevó al mundo a esta situación? Para Zapata, fue el pensar que la problemática se resolvía enfrentando las consecuencias, antes que las raíces del problema.
“Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, Occidente no abordó como debía las causas detrás del yihadismo. Basta decir que el 80 por ciento de las mezquitas occidentales que hay son afines a la secta salafista, corriente a la que pertenece el extremismo islámico. En mi opinión, se debe indagar cuáles de las mezquitas patrocinan a extremistas, así sea un proceso complejo y lento”, explicó.
“En segundo lugar, Occidente debe decirles a las monarquías árabes y potencias petroleras del Medio Oriente que no se debe permitir que esa ideología siga financiando al terrorismo. Esto es, no se puede tolerar el apoyo al yihadismo, ni ideológico ni monetario, y eso es algo que no se vio desde el 11-S”, añadió.
“¿Por qué considero que esta secta debería prohibirse? Esta ideología concibe a todo el mundo como enemigo. Así no hay salida negociada, porque se trata de un oponente absoluto del pensamiento y de la civilización occidental. Más aún, pocos entendieron que el yihadismo es un enemigo, incluso de la civilización islámica. Este es el origen del problema. Seguiremos viendo, por tanto, si no se enfrentan sus raíces, más atentados contra el mundo musulmán y Occidente”, concluyó.
Compleja estrategia
El primer ministro francés, Manuel Valls, canceló su visita a Medellín para devolverse a su país y acudir a las reuniones extraordinarias de seguridad que sostiene el gobierno. Mientras tanto, mandatarios de naciones como E.U, Reino Unido, Rusia, España, Brasil, Líbano, entre muchas otras, expresaron sus condolencias a los países de las víctimas, y una profunda preocupación ante el problema que enfrenta el mundo. ¿Cómo combatir un terror que golpea cuando y donde le conviene?
Para Marulanda, “con un terrorismo que radica en pequeñas células y que no tiene una estructura fija sino que agrupa mediante internet individuos en torno a una ideología radical, Occidente tendrá que responder con toda la contundencia. Debe extremar sus medidas de seguridad para interceptar con éxito a cualquier yihadista”.
“Mientras tanto, debe haber voluntad política de los países occidentales para intervenir con un ejército en Siria e Irak, dado que la estrategia de bombardeos todavía no golpea con contundencia al terror”, coincidió Zapat.a
30%
de los musulmanes en Kuwait pertenece a la minoría chií, siendo el resto suníes.