Cuando hacía una requisa a vehículos, el patrullero de la Policía del Atlántico, John Harold Puello Polo, encontró que una de las personas que viajaba en el bus llevaba una cédula que tenía sus mismos nombres y apellidos, número de identificación, fecha y lugar de nacimiento. Solo cambiaba la estatura, el tipo de sangre y la firma del registrador nacional.
En rueda de prensa, Puello contó que lo encontraron en un plan de requisa a vehículos y, al pedir antecedentes, el hombre se identificó con sus datos. Al darse cuenta de que estaba frente a la persona que suplantaba, el hombre, quien estaba acompañado por otro extranjero, contó que venía de Cuba y que las cédulas las habían comprado en Ecuador por cinco mil dólares.
El hecho ocurrió en la vía La Cordialidad, entre Baranoa y Sabanalarga, en el Atlántico.
Los extranjeros fueron llevados a la oficina de migración para investigar sus verdaderas identidades. También a la Fiscalía de Baranoa, por cargos de falsedad en documento público y suplantación.