En la obstetricia moderna, el médico especialista busca prevenir, antes que tratar, las enfermedades derivadas del embarazo. En la consulta preconcepcional el médico realiza una valoración médica haciendo énfasis en los posibles agentes infecciosos que puedan complicar la gestación, las alteraciones endocrinas: problemas de la glándula tiroides o la diabetes, establece el grupo sanguíneo y verifica si la paciente tiene o no una citología reciente.
Si la paciente acude cuando ya está embarazada, el médico intenta modificar conductas de riesgo para el embarazo y solicita los exámenes que antes no se realizaron. La citología por ejemplo, que tiene como objetivo excluir un cáncer temprano. Otro examen importante es el estudio de la orina, pues por los cambios asociados a la gestación, la mujer embarazada tiene mayor riesgo de presentar infecciones urinarias. Si la paciente es obesa o tiene antecedentes familiares de diabetes o es mayor de 35 años, los protocolos médicos indican la realización de una prueba para detectar diabetes gestacional.
Con frecuencia las pacientes consultan acerca del número de ecografías que deben hacerse, esto depende del criterio del médico, los síntomas y si la gestación es de alto riesgo o no. En general, se indican varios tipos de ecografías.
La del primer trimestre es de vital importancia para el diagnóstico y seguimiento del embarazo, permite aclarar el tiempo gestacional, el número de fetos, la localización dentro del útero y el pronóstico del embarazo. En la última década se ofrece a nivel mundial el llamado tamizaje genético, una prueba que combina la medición de unas hormonas con los hallazgos ecográficos entre las 11 y las 14 semanas. Toda mujer tiene cierto riesgo de que su feto esté afectado por una anormalidad cromosómica, el riesgo principal es la edad materna y la edad gestacional. Esta prueba permite identificar pacientes de alto y de bajo riesgo para enfermedades de los cromosomas y además, evalúa con detalle la anatomía del feto.
Hacia el cuarto o quinto mes, el médico solicita la ecografía nivel III o morfológica. Este estudio examina la evaluación del crecimiento fetal, el volumen de líquido amniótico, características e implantación de la placenta y la búsqueda de defectos físicos.
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