<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

“La tarea estará hecha cuando ningún niño sea víctima de violencias sexuales”: Juan Carlos Álvarez, director Cariño

La Corporación Cariño celebra hoy sus 45 años de vida institucional bajo la misión de proteger a la niñez y prevenir el abuso sexual infantil.

  • El programa Aprendiendo a Cuidarme nació en 2003 como una estrategia para entregar herramientas de prevención del abuso sexual infantil. Foto Cortesía
    El programa Aprendiendo a Cuidarme nació en 2003 como una estrategia para entregar herramientas de prevención del abuso sexual infantil. Foto Cortesía
  • Juan Carlos Álvarez Vásquez, director de la Corporación de Amor al Niño Cariño. Foto EL COLOMBIANO
    Juan Carlos Álvarez Vásquez, director de la Corporación de Amor al Niño Cariño. Foto EL COLOMBIANO
  • La Subasta de Arte de Cariño llegó este año a su edición 34. Con los recursos que se obtienen en la venta de obras se financian los programas de la Corporación. Foto EL COLOMBIANO
    La Subasta de Arte de Cariño llegó este año a su edición 34. Con los recursos que se obtienen en la venta de obras se financian los programas de la Corporación. Foto EL COLOMBIANO
27 de septiembre de 2023
bookmark

Un 26 de septiembre de 1978, un grupo de médicos y pediatras, liderado por el doctor Jorge Loaiza Correa, creó la Corporación de Amor al Niño Cariño como una apuesta decidida para entregarle a Medellín y a Antioquia, un lugar en el cual los niños recibieran una atención especializada a sus padecimientos de salud. Era el nacimiento de la Policlínica Infantil, pero también el de una organización que a lo largo de sus 45 años ha trabajado en la promoción del buen trato a la niñez y que en las últimas décadas ha puesto en la agenda pública la urgente necesidad de prevenir el abuso sexual infantil y todo tipo de violencias sexuales contra los niños, niñas y adolescentes.

A lo largo de su existencia varios son los programas y estrategias que ha impulsado la Corporación, todos ellos tendientes a entregarles herramientas educativas a los menores de edad para el autocuidado en la prevención del abuso sexual, pero también a los adultos que son los principales responsables de protegerlos de todo tipo de violencias sexuales y malos tratos.

El director de Cariño, Juan Carlos Álvarez Vásquez, afirma que si bien se ha avanzado en una mayor conciencia sobre este delito, aún falta mucho, pues solo entre un 10 y un 15% de los casos son denunciados, dejando en evidencia un enorme subregistro de lo que les ocurre a los niños en sus entornos.

Juan Carlos Álvarez Vásquez, director de la Corporación de Amor al Niño Cariño. Foto <b>EL COLOMBIANO</b>
Juan Carlos Álvarez Vásquez, director de la Corporación de Amor al Niño Cariño. Foto EL COLOMBIANO

¿Cuál ha sido el propósito central de la Corporación en estos 45 años de existencia?

“La Corporación Cariño en sus 45 años ha tenido la claridad y el objeto de trabajar para promover los derechos de la niñez. Hoy hablamos sobre la necesidad de promover el buen trato, promover sus derechos, prevenir cualquier tipo de violencia, de violencia sexual de manera específica, y atender y reparar el daño causado a niños, niñas y adolescentes víctimas de cualquier tipo de violencia, en especial las violencias sexuales”.

Una de las misiones de la Corporación es velar por la protección y la promoción de los derechos de la niñez en Colombia, ¿qué tanto falta para que esto sea una realidad?

“Falta y falta mucho. Estamos convencidos de que esto sólo se logra cuando todos los niños de nuestro país, de nuestra ciudad, de nuestro departamento tengan acceso a la educación, tengan acceso a una nutrición sana; cuando ninguno de ellos sea víctima de violencia, de violencias sexuales, en ese entonces podemos decir que eso se logró. La tarea estará hecha cuando ningún niño sea víctima de violencias sexuales. Antes, no. Nada justifica un solo caso de violencia sexual contra nuestros niños y adolescentes, ni uno solo”.

Desde la Corporación, ¿qué diagnóstico hacen sobre las vulneraciones y las violencias a la que es sometida a diario nuestra niñez?

“Es un diagnóstico preocupante, porque este tipo de delitos solo tiene cifras que responden a unos subregistros por la naturaleza misma del delito, por la naturaleza misma del victimario, por quien está acompañando, que a su vez es victimario, a esta persona que abusa, que violentamente sexualmente a un niño, niña adolescente. Tenemos la certeza de que el 97% de los casos de violencia sexual quedan en la impunidad. Estamos convencidos de que solo entre el 10 al 15 % de casos de violencia sexual son denunciados”.

Aprendiendo a Cuidarme ha llegado a más de 50 municipios en el país, ¿cómo ha sido esa experiencia? ¿qué se ha logrado?

“Aprendiendo a Cuidarme ha sido nuestro programa bandera en los últimos 20 años. Es un programa que nace de la necesidad que identifica la Corporación en el trabajo con la comunidad, los docentes, los agentes educativos, que le manifestaban a nuestros profesionales que los niños estaban siendo abusados sexualmente, que manifestaban diferentes tipos de abuso sexual infantil y estos agentes educadores no sabían cómo dar respuesta. Por eso la Corporación Cariño, en el año 2003, asume esa responsabilidad, diseña, crea y viene ejecutando su programa Aprendiendo a Cuidarme, que busca entregar herramientas de prevención de diferentes tipos de violencia específicamente del abuso sexual infantil, a los niños, a las niñas, a los adolescentes, a los docentes educadores, a los padres de familia.

Siempre que llegamos con nuestro programa Aprendiendo a Cuidarme a una comunidad, sin importar si es en una ciudad grande, o un municipio alejado, siempre coincidimos con la respuesta de que aquí estábamos esperando, necesitando, estas herramientas. Aclaro que los niños requieren de herramientas para el autocuidado, pero seremos siempre los adultos, la comunidad en general, la que debe garantizar ese entorno protector para que ningún niño sea abusado sexualmente. En el 2019, contratamos una firma externa, para evaluar el impacto generado por el programa Aprendiendo a Cuidarme y gracias a este estudio podemos afirmar que el retorno social de la inversión, con este programa, es de que por cada peso que se invierte en la prevención se tiene un retorno social, un ahorro de 63,9 pesos”.

¿En toda esta estrategia es clave la participación de los sectores públicos para lograr un mayor alcance, ¿qué balance hace de esta interacción con los gobiernos y con el Estado en general?

“La Corporación Cariño tiene una misión de promover los derechos de la niñez y en la prevención del abuso sexual infantil. Hemos visto cómo en las administraciones municipales de Medellín, del 2019 para atrás, en la actual administración del municipio de Itagüí, un interés claro y contundente para trabajar en la prevención de este tipo de violencias. Encontramos un compromiso plasmado en los planes de desarrollo y con nuestro conocimiento, recorrido y experiencia en estos temas formamos una gran alianza con estos gobiernos. De igual forma con el ICBF, hemos logrado trabajar en cerca de 10 departamentos, a donde llegamos con el programa Aprendiendo a Cuidarme. Trabajar con el sector público nos permite ampliar el alcance de nuestros programas, pero también les facilita a los gobiernos afianzar políticas públicas a favor de la niñez”.

Por muchos años a Cariño se le asoció con la obra de la Policlínica Infantil, ¿cuál fue el aporte que se hizo desde la Corporación?

“La ciudad en los años 70 no contaba con una Policlínica especializada para niños y esto motivó a un grupo de médicos liderado por el pediatra Jorge Loaiza Correa fundar la Corporación Cariño, con el objetivo de entregarle a la ciudad una policlínica infantil. Por ello se constituyó la Corporación de Amor al Niño, Cariño, en 1978, con el fin de construir, dotar y posteriormente entregar en donación al Hospital San Vicente Fundación la Policlínica Infantil Cariño, que por muchos años se conoció en la ciudad como Policariño”.

Otro de los iconos del trabajo de la Corporación es la Subasta de Arte que les permite recaudar fondos para los programas de atención a la niñez. ¿Qué ha significado el arte en este propósito de proteger a la niñez?

“El arte ha sido una hermosa excusa, una herramienta para conseguir recursos para dar cumplimiento a nuestra misión. Durante 34 versiones hemos podido encontrar personas y empresas, que le han apostado, que han creído en la misión de la Corporación y que a su vez han sido amantes del arte, y que saben que al comprar buenas obras de arte, además de ser una inversión propia para su colección personal, lo ven como una inversión social. Con esos recursos hemos fortalecido nuestra labor”.

La Subasta de Arte de Cariño llegó este año a su edición 34. Con los recursos que se obtienen en la venta de obras se financian los programas de la Corporación. Foto <b>EL COLOMBIANO</b>
La Subasta de Arte de Cariño llegó este año a su edición 34. Con los recursos que se obtienen en la venta de obras se financian los programas de la Corporación. Foto EL COLOMBIANO

Recientemente, la Corporación Cariño fundó la IPS Creciendo con Cariño, ¿qué los llevó a tomar esta decisión? ¿qué necesidades buscaba resolver?

“Ese trabajo directo de prevención de las violencias sexuales que nos permitía conocer de cerca las necesidades de los niños, niñas, adolescentes, de directivos docentes, de padres de familia, nos mostraba que las herramientas de prevención no eran suficientes. Veíamos cómo había muchas víctimas de violencia sexual que requerían una ayuda inmediata, oportuna, y profesional. El abuso sexual infantil, las violencias sexuales, tienen graves consecuencias en la salud física y mental y estamos convencidos de que se pueden prevenir esas causas. Pero también estamos convencidos de que esas consecuencias en la salud mental y física se pueden reparar. Por eso le apostamos ya no solo a prevenir el abuso sexual infantil, sino también a repararlo. Con nuestra IPS Creciendo con Cariño, diseñamos un modelo integral, en el que psicólogos, psiquiatras, y pediatras, trabajan articulada e integralmente para garantizar la reparación de ese daño en el niño, niña y adolescente. Tenemos allí una línea de servicios especializados en atención de la salud mental”.

Sin duda, hoy el tema de la prevención del abuso sexual infantil hace parte de la agenda pública, ¿pero sí hay un mayor grado de conciencia para evitarlo?

“Efectivamente hay mayor conciencia para evitarlo, pero tenemos, entre todos, Estado, sociedad civil, academia, universidades, colegios públicos y privados, y la familia por supuesto, seguir trabajando para brindarles herramientas a nuestros niños para prevenir y generar entornos protectores para evitar cualquier violencia sexual, en que todos conozcamos cuáles son esos signos, esos síntomas, y qué hacer ante una posible sospecha de abuso sexual infantil. Siempre creerles, no desestimar lo que ellos expresan de distintas maneras. Hasta los silencios nos hablan de estos temas”.

Finalmente, qué decirles a esos padres, a esos maestros, a esos funcionarios sobre su responsabilidad en el cuidado de nuestros niños...

“Que es una obligación de todos, prevenir cualquier tipo de violencia sexual contra nuestros niños, niñas y adolescentes, que es una obligación de todos creerles cuando un niño, no necesariamente un hijo, se acerca a nosotros y nos manifiesta que está siendo víctima de cualquier tipo de violencia, creerles es una gran obligación, pero además es una obligación mayor activar rutas, poner la denuncia y garantizarle a ese niño un acompañamiento. Ellos no están solos”.

Isolda María Vélez Holguín

Macroeditora Local. Periodista de la U. de A., con especialización en Periodismo Urbano de la UPB. Mi vocación está en lo público. Por eso elegí ser periodista, para darles voz y rostros a las historias que merecen ser contadas.

Te puede interesar

Hechos de talento
El empleo que busca en Antioquia está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Regístrate al newsletter