En el barrio Villa Socorro, en Santa Cruz, no salen del estupor por el crimen cometido contra una de las vecinas más conocidas, asesinada brutalmente en su propia casa.
La mujer de 71 años de edad, identificada como Rosalba de Jesús Vásquez Carvajal, residía junto a una hermana, pero al momento de los hechos se encontraba sola. Justamente su hermana Teresa fue quien al llegar a su casa, esperando pasar la tarde jugando parqués con Rosalba después de un día de trabajo, se enteró del crimen.
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Camino a casa, una nieta llamó a Teresa al celular, según su testimonio entregado a Telemedellín, para decirle que creía que a Rosalba le había pasado algo. Teresa imaginó que su hermana había sufrido una caída o algún incidente de salud a lo mejor no tan delicado, pero cuando llegó a la casa se encontró con la policía que ya había sido llamada y no pudo ingresar a la casa que era, según supo en ese momento, una escena del crimen.
Rosalba se encontraba en una habitación en medio de un charco de sangre. Según las autoridades fue apuñalada en varias ocasiones en medio de un hurto, pues al hacer las pesquisas en la casa junto a la familia encontraron que faltaba una cadena de oro y dinero que guardaba tras una modesta herencia económica que le dejó su padre.
Según el testimonio de Teresa, en varias ocasiones le habían hecho la recomendación a Rosalba de que mientras estuviera sola en la casa cerrara con candado el portón para evitar riesgos. La hipótesis que manejan es que este no tenía seguro lo que habría facilitado el ingreso del o los asaltantes que no conformes con llevarse los elementos de valor acabaron vilmente con la vida de la mujer.
El crimen ocurrió, según la policía, a las 11:00 de la mañana, pero solo a las 2:00 de la tarde se percataron del hecho cuando la encontraron.
Medellín ya vivió una ola de hurtos y asesinatos a adultos mayores en 2022, cuando ocurrieron cinco crímenes entre enero y octubre de ese año. Según los reportes de las autoridades, todos los crímenes compartieron patrones como que las víctimas residían solos o pasaban gran parte del tiempo sin acompañantes en las casas. También hubo coincidencias en las escenas del crimen, como el hecho de no encontrar pistas que evidenciaran que los criminales hicieron búsquedas al azar, sino que, al parecer, tenían información o indicios de dónde se encontraban los elementos de valor.
Estos hechos llamarón la atención de los expertos que reiteraron los llamados a fortalecer las redes de apoyo en torno a la población adulta mayor, que cada vez es más amplia. Según el Dane, en 2035 Medellín tendrá la segunda población más envejecida, pero es un fenómeno que ya se puede palpar ampliamente. La ciudad superó recientemente los 1.000 habitantes mayores de 100 años.
Esos cambios en conformación demográfica obliga a que las familias y la institucionalidad, en este caso la Alcaldía, robustezcan la oferta de cuidado y servicios para garantizar el bienestar de una población que tiende a ser muy vulnerable, sobre todo en condiciones de soledad.
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