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Supervivencia en las orillas de las quebradas

Vecinos de La Picacha y La García relatan cómo le hacen el quite al riesgo y continúan con sus hogares.

  • Supervivencia en las orillas de las quebradas
  • La quebrada La García, de Bello, es la más grande del municipio y lo recorre de norte a sur.
    La quebrada La García, de Bello, es la más grande del municipio y lo recorre de norte a sur.
  •  La mayor preocupación de Berta Ofelia Jaramillo es que se inunde su casa y estén sus nietos adentro.
    La mayor preocupación de Berta Ofelia Jaramillo es que se inunde su casa y estén sus nietos adentro.
22 de mayo de 2015
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Un muro de 40 centímetros justo en la puerta de la casa de Berta Ofelia Jaramillo en el sector El Hueco, en Bello, muestra la recursividad a la que tienen que acudir los habitantes de la zona para evitar que el agua invada sus hogares cuando hay un desbordamiento de la quebrada La García.

“Aún así, hay ocasiones, en las que el agua entra hasta por las ventanas y no hay muro que la pare. Aunque nunca ha pasado a mayores, he perdido muchos colchones, cobijas y mis enseres. Incluso, un día mi carro terminó lleno de agua”, relata Berta.

Por casos como este, La Twittercrónica de esta semana visitó esta quebrada y La Picacha, en Belén. Según el Siata (Sistema de Alerta Temprana del Área Metropolitana), en estos lugares se han presentado los desbordamientos de mayor nivel desde que tienen reportes.

La Picacha

El 18 de diciembre de 2011, la creciente de La Picacha arrasó con tres casas. El desbordamiento dejó cerca de 40 personas damnificadas y ocasionó la muerte de Juan Camilo Mejía Palacio, un joven de 20 años que fue arrastrado por la furiosa corriente.

Mario Agudelo, habitante del corregimiento Aguas Frías, vive en una de las casas que colindan con este afluente. Él dice que, a pesar de que su vivienda no se ha inundado, “cada vez que llueve, las rocas, los sedimentos y los escombros que arrastra la quebrada, hacen ruidos estruendosos y tiembla toda la casa”.

Desde un balcón, Mario señala los escombros de lo que por mucho tiempo fue un hogar y cuyos cimientos fueron construidos demasiado cerca del cauce. En la tragedia de 2011 esa casa fue destruida y sus habitantes, desalojados.

Sin embargo, durante lo que va de este año no se han presentado accidentes y, en el último mes, el nivel del agua de La Picacha ha sido bajo, alcanzando apenas hasta un 16% de su capacidad, según los registros del Siata.

La García

El año pasado, las fuertes lluvias desbordaron la quebrada La García e inundaron 15 viviendas. Una escena peor se presentó en 2005, con un desbordamiento que dejó un saldo de 19 muertes. También en 2008 quedaron 1.500 damnificados y en 2011, más de 100 familias afectadas.

Los habitantes de El Hueco, en Bello, comentan que las inundaciones fueron frecuentes hasta que en 2010 se construyó un muro de contención. Sin embargo, Miriam Mira, dice: “cuando llueve mucho, brota agua a borbotones de los grifos y los sanitarios”.

En el último mes el nivel de la creciente de la quebrada La García ha sido bajo, entre el 28% y el 30%, según los registros de los sensores de nivel del Siata.

No son estos los únicos casos. Cuando hay olas invernales, en las que la lluvia no cesa, los habitantes de los sectores aledaños a las riberas de los afluentes en el Valle del Aburrá, se ven fuertemente afectados.

Julián Duque (@JulianDuqueA) relata una situación relacionada con el tema: “en 2007 vivía en Calasanz. Perdimos el carro y todo lo que guardamos en el cuarto útil, por una creciente de la quebrada La Hueso de hasta dos metros”, expresó a través de Twitter.

Lucho Pacho
@lucho_pacho

Con el cambio climático, los desastres pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier tiempo. Todos en alerta..

Alejandro Arcila
@AarcilaArcila

Por economía se invaden zonas de inundación y después pagan con vidas.

Daniel Lema
@dlema65

Esas personas viven al borde de las quebradas porque es el único rincón de tierra al que pueden acceder.

SIATA
@siatamedellin

Los eventos extremos son inevitables, las estrategias de gestión del riesgo mitigan sus efectos y salvan vidas.

M@rieta
@Yinapedraza

Hay catástrofes “naturales” que son consecuencia de nuestra catástrofe social.

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