“Los emprendedores sin financiamiento privado están en vía de extinción. Necesitan recursos y desde este punto de vista es vital la inversión ángel”, aseveró ayer en entrevista con EL COLOMBIANO Susana García Robles, directora del Fondo de Capital Emprendedor del Fomín, brazo financiero del Banco Interamericano del Desarrollo (BID).
García dijo que Medellín cuenta con un esquema emprendedor que crece y para ello es importante que las redes de inversionistas ángel existentes se consoliden, preparen y capaciten a los que empiezan para recibir rondas de inversión posteriores, con fondos de capital de riesgo internacionales.
No obstante, a juicio de la ejecutiva, “a Colombia le falta más financiamiento en etapas tempranas. Definitivamente, ahí está la brecha”.
Asimismo, indicó que el Fomín en sus 23 años de historia ha apoyado a más de 70 fondos de capital semilla y de apoyo a emprendedores en América Latina y el Caribe.
Actualmente, cuenta con un presupuesto anual de 100 millones de dólares (unos 286.687 millones de pesos, al cambio actual) para apoyar proyectos de emprendimiento e innovación en la región. En ese sentido, reconoce que con poco dinero se puede hacer mucho.
Respecto a los sectores estratégicos para inversión, el Fomín promueve entre los ángeles inversionistas aquellos proyectos que tengan en su modelo de negocio un retorno social y medioambiental.
Por ejemplo, aquellos emprendimientos que dan acceso a salud, educación, vivienda, finanzas y aquellos que aporten mejoramiento a industrias tradicionales, con alta generación de empleo.
Adicionalmente, se busca que haya más proyectos en energía, saneamiento y agua. Es así como a este fondo del BID le interesa apoyar la innovación, la tecnología y el impacto social.
La forma de trabajo del Fomin es con aliados estratégicos en cada uno de los países de la región, para acompañar al emprendedor, de modo que no se sienta solo y contribuya a cambiar la economía de la región.
