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Así creció la economía de Antioquia en 2016
El producto interno bruto (PIB) desaceleró, pero su expansión fue mayor al promedio nacional.
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FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
13 de junio de 2017
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Antioquia no fue ajena a la desaceleración de la economía nacional y el año pasado creció 2,6 %, es decir, 1,34 % menos que en 2015. Es el resultado menos satisfactorio desde la contracción de 2009.
Así lo deja ver el reporte del producto interno bruto (PIB) por departamentos, que publicó el Dane con más celeridad que en años anteriores. Allí se evidencia que Antioquia contribuyó 0,37 % al 2 % que creció la economía del país el año pasado, el tercer aporte más alto, luego de Bogotá (0,77) y Bolívar (0,44).
Sin embargo, por crecimiento, el departamento ocupó el undécimo lugar. Los primeros fueron Bolívar (11,4), Caquetá (4,8) y Risaralda (4,5), mientras al final de la tabla están tres jurisdicciones de vocación petrolera: Meta (-6,6), Casanare (6,3) y Putumayo (6,2). De referencia, les fue mejor a Atlántico (4,1), Bogotá (3,0) y Valle (2,7), y tuvieron menor avance Santander (0,3) Córdoba (2,3) y Chocó (1,7).
Motores de crecimiento
La expansión de 2,6 % del PIB departamental coincide con el ajuste a la baja del pronóstico de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia de un 3 % a 2,5 %. La entidad proyecta que el desempeño se recuperará este año hasta un 3,3 %.
“La demanda interna (consumo de hogares) fue en años anteriores un soporte de crecimiento de la economía antioqueña, pero también se afectó, en línea con los resultados nacionales”, comentó Olga Ospina, jefe de Investigaciones Económicas de la Cámara.
En ese sentido, ya es indicativo el menor crecimiento de “comercio, hoteles y restaurantes”, bajó de 4,9 % a un 2,4 %, aunque es el segundo sector que más participa del PIB departamental (13,46 %) y aún así sumó una octava parte al crecimiento anual.
Entre tanto, “sector servicios financieros, actividades inmobiliarias y servicios empresariales” se echó al hombro la moderada expansión al aportar 40 % del crecimiento, así bajará de 6 % a 4,6 %. Al excluir esta actividad, el PIB de Antioquia habría crecido solo 0,81 %, según cálculos propios. No en vano, solo la intermediación financiera de bancos, cooperativas y afines se expandió 11,5 % (ver gráficos).
También sumó el buen desempeño de construcción, al crecer 6,4 %, como segundo motor de crecimiento de la economía regional y que participa con un 9 % del PIB.
Por su parte, Wilman Gómez Muñoz, director del Grupo de Macroeconomía de la Universidad de Antioquia, señaló que no deja de ser inquietante la caída de 0,1 % de la industria, cuando en 2015 se expandió en 5,4 %.
“Tanto el comercio como la industria son claves en la generación de empleo en el Valle de Aburrá, que empieza a presentar cierto freno. Esperemos que haya una recuperación de la demanda interna y sean mejores las perspectivas para este año, con una tasa de cambio más estable”, agregó el investigador.
Finalmente, Ospina y Gómez concuerdan que se espera una recuperación del comercio y la demanda local, luego de un lento comienzo de este año, afectado por los ajustes de la reforma tributaria.
Consideran clave para el crecimiento el cumplimiento en la ejecución de obras viales de las 4G en la región, el aporte de la actividad edificadora (vivienda), de nuevo, el rol de las entidades financieras y una recuperación de las exportaciones, que dependen en buena medida de los precios internacionales del oro.
Finalmente, también será definitiva una mayor ejecución de Gobernación y alcaldías, previa a la vigencia en noviembre próximo de la Ley de Garantías Electorales.
Con todo, el Dane dirá en un año si Antioquia creció más en este 2017.
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