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Desafíos del tejido empresarial

La Cepal calcula que 2,7 millones de empresas en la región, y 140.000 en el país, cerrarían.

  • La Cepal calcula que 2,7 millones de empresas en la región, y 140.000 en el país, cerrarían. Foto: Carlos Alberto Velásquez
    La Cepal calcula que 2,7 millones de empresas en la región, y 140.000 en el país, cerrarían. Foto: Carlos Alberto Velásquez

Dicen que para una empresa, más allá de abrir, lo importante es mantenerse. En Colombia los datos de Confecámaras, gremio de las cámaras de comercio, indican que el año pasado se crearon 309.463 compañías, que supera en 2,1 % lo registrado en 2018 y refleja el apetito por emprender en el país.

No obstante, pese a los buenos números que indicaban cómo se estaba potenciando el tejido empresarial, la pandemia revistió un fuerte golpe a la industria y es así como, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), unos 2,7 millones de empresas en la región podrían cerrar sus puertas, 140.000 de estas en Colombia.

El organismo internacional aclaró que esto no obedece únicamente al efecto covid sobre las organizaciones, sino que sería una especie de puntada final a problemas que ha venido acarreando por décadas la estructura productiva y empresarial.

Al respecto, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, analizó que si no se trata este problema a tiempo a través de la implementación de políticas enfocadas para esta tarea, podría empezar a observarse una tendencia regresiva que desencadenaría en la “reprimarización”, de las economías en la región.

Y es que, respecto a lo que viene, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ve por ejemplo una fuerte contracción de la economía colombiana para este año, en tanto que los cálculos de ese organismo indican que el Producto Interno Bruto (PIB) caería 7,8 %, mientras que en la región lo haría en un 9,4 %; por su parte el Banco Mundial ve un -4,9 % y -7,2 %, respectivamente y la Cepal, avisora -5,6 % y -9,1 %.

Tareas que apremian

Al respecto, Rosario Córdoba, presidenta del Consejo Privado de Competitividad (CPC), dijo que la posibilidad de que la economía crezca en los próximos años depende en gran medida de las acciones que se tomen en este momento.

“Cuando uno cierra una economía hay impactos como menor actividad productiva, mayor desempleo y desaceleración”, aseguró la experta al analizar lo que ha vivido Colombia por cuenta de la emergencia.

¿Pero qué salidas existen? Lina Vélez de Nicholls, presidenta de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, dijo en el webinar Empresariado e institucionalidad en Antioquia, del Inalde Business School, que si bien la coyuntura implicará un atraso en el desarrollo, el hecho de tener que aprender a vivir de otra manera va a traer oportunidades.

“Yo creo que no hay ninguna mejor campaña para ‘compre colombiano’ que la realidad actual (...) no tengo duda de que en Colombia no volveremos a hablar de emprender, sino de reemprender”, comentó la ejecutiva, refiriéndose al apoyo por la industria local y los procesos de digitalización en las compañías, que serían implicaciones positivas de lo que está viviendo actualmente (ver Semáforo).

Para Alejandro Torres, profesor del departamento de economía de la Universidad Eafit, el panorama por el lado de la demanda no es tan alentador para pensar en el futuro de las compañías.

Dice que si bien las cifras de ventas en la industria y el comercio mejoraron de abril a mayo (a pesar de caer 25,2 % y 26,8 %, respectivamente, según el Dane), el consumidor colombiano sigue estando precavido e inclinándose por productos de la canasta básica, y más en un contexto en el que el Dane reportó que 4,9 millones de personas perdieron su ocupación en el quinto mes, lo cual habría afectado los ingresos de los hogares.

Otras alternativas

Y bien, teniendo en cuenta que la reactivación tanto del consumo como de la economía requieren de un impulso al mercado laboral, como dice Torres, la urgencia de las empresas implica adoptar medidas ágiles y específicas.

Partiendo de esta premisa, la Cepal hizo cuatro recomendaciones: ampliar el plazo de las acciones para brindar liquidez a las empresas; que los gobiernos cofinancien los salarios de los colaboradores en las firmas afectadas durante seis meses; realizar transferencias a los trabajadores independientes; y apoyar a las grandes empresas de sectores estratégicos.

Yendo a las minutas de lo que propone el organismo, para el caso del financiamiento de las nóminas sugiere que se haga “desde 30 % a las grandes hasta 80 % a las microempresas”.

“Por su parte, las contribuciones en efectivo a 15 millones de trabajadores (por cuenta propia) costarían 0,8 % del PIB”, añadió el ente internacional.

Desde la perspectiva de Bruce Mac Master, presidente de la Andi, gremio de los empresarios colombianos, lo más apremiante es la liquidez. El ejecutivo recordó en un documento que una encuesta del gremio a 200 empresas indica que a estas les quedan unos 35 días de caja para sobrevivir.

Por esto, apuntó que el gremio ha propuesto la implementación de campañas de impulso a compras nacionales, defensa contra prácticas desleales de comercio y generar condiciones para nuevas inversiones empresariales, entre otras.

Por ahora el empresariado nacional vive sus días más difíciles y ello se ve reflejado en los indicadores de producción, ventas y empleo que han sido afectados.

5,6 %
caería la economía colombiana este año, advierte la Cepal.
Diego Andrés Vargas Riaño

En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.

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