Los efectos del enfrentamiento comercial entre China y Estados Unidos pueden afectar los mercados presenciales, pues con un dólar a 3.357 pesos, los costos de las importaciones se incrementan. Esto implica que los costos de mantenimiento de una tienda física en países emergentes donde se recibe el impacto de la moneda estadounidense, sea más costoso y, por ende, el comercio electrónico aparece como una alternativa más rentable tanto para la reducción de gastos de las empresas, como para la de consumidores.
Sobre la mesa está el hecho de que Colombia paga 6.907 millones de dólares al importar el 30 % de los alimentos que se consumen internamente y otros 39.869 millones de dólares en manufacturas para la industria, lo cual pesa un 91,3 % de los 51.230 millones de dólares del gasto del país en compras al exterior en 2018.
Basta con leer lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) manifestó acerca de la confrontación entre dichas potencias: no solo afectará negativamente a los consumidores y productores de ambos países, sino también a los mercados que depende de ellos, como el colombiano. Y aunque el organismo no ve por ahora un efecto para la economía global, anticipa que la escalada “puede poner en peligro” el crecimiento global, que ya rebajó de 3,5 % a 3,3 %.
El desafío en Colombia es que apenas un 1,2 % de la población utiliza estos canales digitales para realizar compras cotidianas como hacer mercado. Sin embargo, la penetración de las ventas a través de comercio electrónico está creciendo alrededor de 15 %, señaló Santiago Naranjo, gerente de Vtex en Colombia, una empresa que dedicada a la solución omnicanal para ventas de productos en la tienda física, o través de un marketplace; un supermercados digital (ver Para saber más).
En países como China lo hace el 29 % de los ciudadanos gracias a que el comercio electrónico allá es una política de Estado.
“En Colombia el Gobierno Nacional debe aportar más apoyo e interés en la regulación para potencializar el comercio electrónico local”, añadió Naranjo.