Si todo lo que compra el país al exterior se clasifica por intensidad tecnológica, los bienes industrializados son los predominantes. De un aumento total de 9,4 %, que significó unas importaciones de productos por 8.253 millones de dólares entre enero y febrero de 2019, este tipo de bienes aportaron 7 puntos porcentuales y 7.216 millones de dólares (ver Radiografía).
El asunto se complica si se ve más allá, pues los productos manufacturados que más contribuyeron a esta variación fueron los de media y alta tecnología. Según la clasificación del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en estos grupos se incluyen desde fibras sintéticas y químicos, pasando por fertilizantes, cañerías; máquinas y motores, entre otros.
Los bienes primarios, a penas llegaron a los 853,5 millones de dólares, los que tuvieron un incremento significativo de 22,7 % al comparar el bimestre con el mismo periodo del año pasado.
A qué se destinan
Si se analizan las importaciones con otro lente, el del “uso o destino económico”, la mayor participación la tienen los bienes intermedios (47 %) avaluados en 3.882 millones de dólares, le siguen los de construcción (30,5 %), y los de consumo (22,4 %).
Resalta Raúl Ávila, profesor de la Universidad Nacional, que hay una importante participación en los productos que sirven para industria química y farmacéutica, que aporta 1.275 millones de dólares, y los bienes de capital, a penas supera este monto (1.587 millones de dólares).
Inclusive, el profesor reseña que los bienes para la transformación de combustibles, lubricantes y electricidad han tenido un importante repunte de 24,8 %, que llega a 663,2 millones de dólares.
“En la muestra se ve, que pese a que crece la importación de productos para la transformación, para producir, (...) los bienes de consumo finales están creciendo a tasas elevadas”, agregó.
Así se evidencia que parte del consumo de los hogares llega por cuenta de los productos foráneos.