La situación que atraviesa el mundo ha puesto a recalcular a los organismos internacionales las estimaciones que tenían a inicio de año sobre los principales indicadores económicos.
El Banco Mundial (BM), por ejemplo, ve ahora que la economía global se va a contraer 5,2 % en 2020, lo cual significaría la mayor caída desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
Pero eso no sería todo, en tanto que el organismo prevé una menor dinámica en el comportamiento de los bienes básicos a nivel mundial. Es así como John Baffes y Peter Nagle, economistas del BM, dan dos avisos sobre lo que será el futuro de esta canasta de productos que componen los mineroenergéticos, metales y agrícolas:
“La pandemia de la covid-19 ha repercutido en la oferta y en la demanda de productos básicos, teniendo efectos directos —derivados de los cierres de los negocios y las interrupciones de las cadenas de suministro—, e indirectos —como resultado del estancamiento del crecimiento económico—” y “si bien la mayoría de los mercados de alimentos están bien abastecidos, la preocupación por la seguridad alimentaria ha aumentado a medida que los países anuncian restricciones comerciales y realizan compras extraordinarias”.
De acuerdo con la visión de los expertos, un primer impacto visible estaría sobre las materias primas relacionadas con el transporte. Esto, dado que las acciones para mitigar el virus “han supuesto la limitación de la mayoría de los desplazamientos, por lo que se espera que este año la demanda de petróleo disminuya en una cantidad sin precedentes de 9,3 millones de barriles por día” que estaría por debajo de los 100 millones diarios de 2019.
Incluso, el reporte recuerda la dura crisis que se vivió en abril, mes en el que por ejemplo el crudo de referencia WTI se cotizó por debajo de 0 dólares -exactamente el día 20- (ver Paréntesis).
Desde la perspectiva del exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, para el caso del petróleo Brent, con el que Colombia maneja sus cuentas, el precio de cierre para 2020 podría estar entre 30 y 40 dólares, lo cual afectaría los ingresos del país por concepto de renta petrolera.