El ministro de hacienda, Alberto Carrasquilla, detalló ante la comisión cuarta de la Cámara de Representantes que con corte al 30 de abril se había ejecutado 24,1 % del Presupuesto General de la Nación.
Según explicó Carrasquilla, la apropiación vigente es de 300,3 billones de pesos. Esto sale de una apropiación inicial de 271,7 billones de pesos junto a lo agregado por la emergencia, que es de 28,6 billones de pesos.
Si no se cuentan los pagos de deuda, la ejecución ha sido solo de 22,4 %, lo cual está por debajo de lo observado en 2019 para cierre del mismo mes, que fue de 23,3 %.
Sin contar la deuda, se encuentra comprometido ya 36,9 % del presupuesto. En términos de funcionamiento, se comprometió 32,1 % de los recursos disponibles y en cuanto a la inversión esta cifra fue de 57,1 %.
El sector de inclusión social y reconciliación es el que más proporción de sus recursos ha comprometido en 2020, llegando ya a 72,9 % del total que se le destina. Por otra parte, lo destinado específicamente para hacienda ha sido lo que menos ha visto avance, puesto que solo se han encaminado 12,1 % de los recursos.
Descontando los recursos de la emergencia y los demás recursos suspendidos, el Presupuesto General es de 262,8 billones de pesos. De estos, se ha ejecutado un 27 %, de acuerdo con las cuentas de Carrasquilla.
Pago de deuda
Con respecto al pago de deuda, ante la comisión segunda del Senado, el viceministro general, Juan Alberto Londoño, destacó que el recaudo puede caer en razón de 23 billones de pesos y que por eso se ha acudido a adquirir créditos para la atención de la emergencia.
“Hemos acudido al mercado internacional, con la banca multilateral llevamos casi 3.000 millones de dólares de crédito que nos han facilitado para atender todas las necesidades. Salimos con un bono de deuda pública por 2.500 millones de dólares adicionales porque como país vamos a tener dos golpes. El primero tiene que ver con un gasto adicional que se tiene que hacer”, detalló.
Por ello, Londoño aseguró que el peor error es dejar de pagar deuda. El argumento es que “hoy estamos acudiendo a todas estas entidades para que nos den recursos suficientes. Si dejáramos de pagar y no pudiéramos acceder a crédito nos quedaríamos sin cómo financiar nuestras necesidades en esta pandemia”.