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El costo de cada gigabyte (GB) que se consume por internet móvil en Latinoamérica es tan relevante que en el gasto del 20 % de la población más pobre de la región representa hasta un 14 % de su presupuesto mensual, según calcula la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Con el aumento del trabajo remoto, el internet movil se ha convertido en un recurso indispensable. Por eso, que el precio de un gigabyte—unidad que cuantifica la cantidad de datos que se pueden trabajar con internet— sea uno de los más altos de Suramérica plantea un desafío.
La firma británica Cable UK, conocida desde 2005 por difundir a nivel global información de mercado y acreditada por el gobierno británico, reportó que Colombia ocupa la casilla 126 entre 228 países en el precio por gigabyte.
Esto significa que en Colombia un giga cuesta en promedio 3,46 dólares, es decir, 12.846 pesos colombianos, según el promedio histórico que ha tenido el precio del dólar en 2020, de 3.713 pesos.
Ese precio convierte a Colombia en uno de los países más costosos para acceder al servicio en Suramérica, pero está a media tabla en el escalafón general, según las mediciones elaboradas en febrero de 2020, al analizar el valor total de 5.554 planes de internet móvil, sin adentrarse en la tecnología (3G, 4G, 5G, entre otros).
Esto significa que el servicio es más caro que en países con similares economías como Perú, en donde cuesta 2,13 dólares; Ecuador, con 3,24 dólares; Chile, con 0,71 dólares, y Argentina, 1,41 dólares.
Así, el país solo es más barato frente a Guyana Francesa (3,61 dólares), Suriname (4,92 dólares), Bolivia (5,09 dólares), Guyana (5,46 dólares) y las Islas Malvinas (40,41 dólares) en Suramérica.
Y se ubica lejos de India o Israel en los que el costo por GB se ubica entre 9 y 10 centavos de dólar, los dos más bajos del mundo en el concepto de Cable UK (ver Gráfico).
A ellos los hace especiales la adopción y la penetración de la tecnología. La firma destacó que India es “un país cuya población joven tiene una conciencia tecnológica particularmente alta (...) ofrece un mercado vibrante de teléfonos inteligentes, con una fuerte adopción y muchos competidores. Los datos, por lo tanto, son asombrosamente baratos”.
Sobre Israel explicó que “con tres cuartas partes de su población, que posee un teléfono inteligente, cuenta con una mayor penetración en el mercado en comparación con Estados Unidos”.
El docente Leonardo Betancur, de la Facultad de Ingeniería en TIC de la UPB, señala que en un país con condiciones topográficas tan difíciles como Colombia, el despliegue de la infraestructura en antenas que permitan una mayor cobertura y mejor tecnología “no resulta barato”, y el resultado de esa inversión termina encareciendo el precio final, que asume el usuario.
Además, en Colombia, el Ministerio de las Tecnologías de la información y las comunicaciones muestra otros valores diferentes a los de Cable UK. En estos indicadores no comparan precios del plan al consumidor, sino el ingreso promedio percibido por los operadores de telecomunicaciones sin incluir impuestos (ver Paréntesis).
Al primer trimestre de 2020, periodo que coincide parcialmente con el informe de Cable UK, se muestra que el ingreso promedio por 1 GB de navegación por suscripción a internet móvil fue de 7.484 pesos, sin tributos, es decir, 2,01 dólares según el promedio anual de la divisa.
Estos ejercicios son valiosos, dijo Samuel Hoyos, presidente de Asomóvil, el gremio que representa a Claro, Tigo y Movistar, pero en Colombia al analizar los precios hay un factor relevante: el costo que tiene para los operadores el uso del espectro radioeléctrico respecto a otros territorios.
“La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) ha manifestado que el país es uno de los más caros de la región y de quienes integran esa organización, en cuanto a las contraprestaciones que el Estado les cobra a los operadores, y que obedecen a cargas fiscales e impositivas para la industria”, dijo Hoyos.
De hecho, sostuvo que “de lo que el usuario final paga en consumo de GB, el 30 % se va en impuestos para la telefonía fija y los datos”, y al año cerca de 1,2 billones de pesos pagan los operadores por esto.
Otro aspecto que suma el docente Betancur es que Colombia ha sido pionero en el montaje de las redes de celulares y la legislación que enmarca esas nuevas tecnologías avanza con agilidad, pero eso tiene un costo: “Cuando una tecnología es nueva, su implementación es más costosa”.
Además, explicó que la población en el país está dispersa en varios centros urbanos, lo cual demanda un despliegue mayor de infraestructura a diferencia de territorios más pequeños como Israel o, más cerca a nuestro territorio, en Chile o Perú, donde ciudades como Santiago o Lima acogen a más de la mitad de los habitantes de sus países, y reduce los costos”.
Las miradas de los operadores como Tigo y Movistar apuntan a la concentración de los servicios.
“Si se revisa, en los países donde se presenta mayor concentración de mercado, por ejemplo México, son los que tienen mayores tarifas por GB para los usuarios”, destacó Tigo, sobre el estudio, aunque no se adentró en el resultado al desconocer de lleno la metodología usada para definir los GB más costosos.
En el mismo sentido, Movistar le respondió a EL COLOMBIANO que “en la medida en que los mercados estén más concentrados se tiende a una situación de monopolio donde una empresa establece las condiciones a través de precios altos que afectan el bienestar social”.
Movistar, además, hizo referencia a la posición de dominio de Claro que ya se estableció en voz y del trámite en la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) para ampliar esta situación a “todos los servicios móviles (voz y datos)”, —la decisión sigue en curso pues por la pandemia se suspendieron los términos del proceso y fueron retomados apenas en julio—.
Opuesto a los demás operadores Claro respondió que “las tarifas de voz y datos móviles han bajado más de un 50 % en los últimos cuatro años. La CRC reiteró que los precios de voz y datos siguen cayendo en el país, producto de la competencia”.
En este sentido, dijo: “Las cifras emitidas por este estudio internacional no reflejan la verdadera situación del mercado móvil en el país”, sobre todo, afirmó la empresa en un entorno en el que los colombianos pueden “elegir libremente entre once empresas proveedoras de servicios de comunicaciones móviles”.
De acuerdo con el reporte de Consumo Móvil en Colombia 2019 publicado por la firma Deloitte cerca de la mitad (45 %) de los suscriptores encuestados (928) dijo estar satisfecha con el paquete que tiene para acceder a internet móvil, un incremento del 12 % respecto al estudio anterior.
“Esto puede ser en parte resultado de una mayor cobertura 4G y de mejor oferta de paquetes por parte de los operadores”, concluyó Deloitte, que agregó que también inciden las mejores características de velocidad y precio del servicio de acceso a Internet vía telefonía móvil que se han venido presentando en el mercado.
Desde Movistar se destaca que hay una relación entre el precio de un plan de datos y las capacidades que se ofrece, pero “cuando se comparan medidas estándares como lo hace la Ocde, no existe diferencia alguna en la canastas de servicios entre los diferentes países, por lo que estas variaciones de precios se deben exclusivamente a las condiciones de mercado como lo es la dominancia”.
Sin embargo, para el docente Leonardo Betancur no hay manera de relacionar la dominancia con el precio, o al menos no es un factor que así lo determine. “El operador dominante podría incluso bajar sus precios y como tiene participación mayoritaria en el mercado, terminaría afectando a sus competidores hasta hacerlos desaparecer, y eso no ha ocurrido en nuestro país”, expresa.
Colaborador. Comunicador Social Periodista U. de A., Especialista en Gerencia del Mercadeo UPB.