Son 104.640,94 pesos los que tienen en tensión a los trabajadores y a los empresarios en las negociaciones de salario mínimo. Mientras que los gremios económicos propusieron de manera unificada un aumento del 2 %, las centrales obreras mantuvieron su iniciativa en el 13,92 %.
Esto significa que los trabajadores consideran que el salario mínimo debería llegar al millón de pesos, frente a la propuesta de 895.359,06 pesos del sector privado, que significa un aumento de 122.197 pesos y 17.556,06 pesos, respectivamente.
La apuesta de los empresarios fue unificada entre la Asociación Nacional de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), y de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria).
De acuerdo con Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, su propuesta prevé una mejora en el ingreso y la intención “es que sirva para preservar el empleo ya existente, que no queremos perder, y recuperar los puestos de trabajo que se disminuyeron a causa de la pandemia”.
Cinco fueron los aspectos que se tuvieron en cuenta para esta propuesta: la inflación de los últimos 12 meses a noviembre 2020, que cerró en 1,49 %; la tasa de desempleo, que pese a mostrar signos de recuperación alcanza el 14,7 %, la informalidad que llegó a 59,2 %; la productividad de todos los factores, que cayó 0,6 %, y el pronóstico de disminución del Producto Interno Bruto para este año, que tiene como previsión oficial -6,8 % para 2020.
“Hemos hecho un planteamiento prudente, racional, moderado para el incremento del salario mínimo que contempla una muy baja inflación de este año (1,5 %), la productividad negativa y un punto adicional para que ganen poder adquisitivo los salarios”, afirmó, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
Desde el punto de vista de los trabajadores, Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), sostuvo que “un aumento del 2 % es sencillamente ridículo, pues son menos de 600 pesos diarios, lo que no guarda ninguna proporción con el altísimo grado de empobrecimiento de los trabajadores en Colombia, y no puede ser que a la luz de la pandemia, cualquier cosa es cariño”.
Adicionalmente, Gómez recordó que a la mesa se llevó la idea de una renta básica, así como la derogatoria “del decreto 1174 (Piso de protección social) y que se haga un acto de justicia con los pensionados y es que el incremento se haga en la misma proporción del salario mínimo y no al IPC”.