Emprender, convertirse en empresario y mantenerse en el camino nunca ha sido una tarea sencilla, y la actual emergencia pone más retador el camino e invita a reinventarse y ofrecer un valor agregado, para lograr el éxito.
En Colombia, el apetito por crear empresa está creciendo y prueba de ello es que según la red de cámaras de comercio Confecámaras, el año pasado 309.463 nuevas compañías abrieron puertas, 2,1 % más que en 2018, de las cuales 5,7 % corresponden a personas naturales y 24,3 % a sociedades.
Pero la pregunta, si de emprender se trata, es: ¿Qué hacer para sumarse a este ecosistema? Lo primero es tener clara la razón por la cual quiere empezar como empresario: ¿Es una necesidad, un plan o el desempleo lo llevó a ello?
Así lo aconseja Édgar Bejarano, profesor de Economía de la Universidad Nacional, quien recuerda que es importante fijarse cuál es el mercado al que entra a competir, a qué competencia se enfrenta y a qué público desea apuntarle.
En segunda medida, agrega el académico, debe decantarse por escoger la figura bajo la que funcionará la empresa: ¿persona natural o jurídica?
La diferencia radica en que la persona jurídica posee un patrimonio propio, independiente del de sus socios, con el cual debe responder y esta debe actuar por medio de un representante legal para ejercer derechos y contraer obligaciones. La persona natural puede hacer esto por si misma.
Además, hay que tener en cuenta los tipos de sociedades que existen. Según María Camila Marting, directora legal de la empresa de divulgaciones y asesorías ECA, se dividen en dos: sociedades de personas (colectiva, en comandita simple y limitada); y sociedades de capital (por acciones simplificadas, anónima y en comandita por acciones).
En este punto hay que resaltar que cada una de estas depende de la función que vaya a ejercer la empresa y quién o quienes estén al frente de esta. Por ejemplo, la Sociedad por Acciones Simplificadas (SAS) es “la más nueva de todas, creada en 2008, y de gran uso en Colombia”, y requiere de uno o más socios, cuya responsabilidad va hasta el monto de los aportes que realice cada uno, según explica Marting.
Luego, habrá que sortear otra serie de requisitos que describe la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, por ejemplo, estar al día con el pago de multas, buscar un nombre para la empresa que no esté registrado, verificar si la actividad que realizará está permitida y diligenciar el formulario RUT, entre otros pasos.
La formalización le podrá abrir puertas como presentarse a procesos de contratación pública, recibir asesorías de las cámaras de comercio, ser beneficiario de algunos programas del Estado y que le descuenten el IVA que factura. Entre los pagos que debe hacer se encuentra el registro mercantil y sus respectivas renovaciones, aportes como el impuesto a la renta, impuestos municipales y aportes parafiscales, entre otros.