El tejido del sector privado en el país, que según cifras de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) está compuesto en un 96 % por mipymes y un 4 % por grandes compañías, aviva retos del pasado que se tornaron más visibles con la pandemia y ahora deben sortearse para tener firmas más competitivas.
Así lo manifiestan cifras de Colombia Productiva basadas en una encuesta de madurez digital aplicada a 400 empresas, según la cual las brechas de este tipo de la industria y del comercio se hicieron evidentes con la crisis en tanto solo 1 de cada 10 firmas estudiadas indicó tener algún tipo de ventas en línea.
Pero el desafío no solo tiene que ver con la forma en cómo se comercializan los productos, porque el 69 % dijo que las comunicaciones con los clientes se hace de forma netamente presencial, mientras que 4 de cada 10 aseguró que los procesos de logística están respaldados por tecnología (ver Paréntesis).
Tomando de referencia este contexto, el presidente de Colombia Productiva, Camilo Fernández de Soto, mencionó estrategias puntuales para estas tareas pendientes como encuestas o entrevistas periódicas a los clientes para saber de sus gustos y costumbres de consumo.
Buscar alternativas
Con esto, asegura, se podrá definir la ampliación de las ventas a través de redes como WhatsApp o Facebook como un primer paso; también sugiere hacer una lista de “las razones por las que más le compra el cliente a la empresa”, seleccionar las más importantes y hacer un plan de seis meses para potenciarlas, comunicarlas a los compradores y luego hacerles un seguimiento semanal.
Esto debe ir de la mano, según el ejecutivo, con el desarrollo de productos flexibles que se adapten a las nuevas condiciones del mercado, así como de evaluar los bienes que ya comercializa.
“Haga una lista del precio de venta y de la ganancia que cada producto le genera. Sume las ganancias del último mes y evalúe si fueron suficientes para cubrir sus gastos y tener rentabilidad. Enfóquese en los productos más rentables”, ejemplifica.
En concepto de Carlos Segura, CEO de Trycore, consultora en automatización empresarial, todos estos retos no deben ser novedosos en tanto varios trabajadores han tenido más del 50 % del año para adaptarse a “una normalidad digital” en sus hogares, con trámites bancarios o de domicilios hechos en línea.
Por ello, aconsejó que en adelante hay que trabajar en crear o fortalecer equipos de trabajo ágiles y versátiles respecto a nuevos servicios, así como “construir un ecosistema digital”, que contrarreste problemas de áreas independientes y desconectadas en las empresas que resulten en falta de cooperación o pérdidas de datos.
De esta forma, el tejido empresarial tiene campo para avanzar en productividad, y más en un contexto en el que según el Dane, en julio, solo el 18,4 % de las compañías apeló a la innovación para mantener sus operaciones.
69 %
de las empresas aseguró que se comunica con sus clientes de forma presencial.