A la par que se mueve la información en los principales medios de comunicación regionales de Colombia, silenciosamente se ha venido generando un interés del Grupo Gilinski por adquirirlos y crear un conglomerado nacional encabezado por Semana.
El grupo que lidera el magnate Jaime Gilinski al parecer iría por el periódico El Heraldo, de Barranquilla, uno de los principales medios de la costa Caribe colombiana, y aunque al interior de esa casa editorial dicen que son rumores y siguen labores con normalidad, lo cierto es que se cocina un nuevo pulso empresarial.
Desde hace algunas semanas trascendió que los Gilinski pusieron cerca de $30.000 millones sobre la mesa para comprar el diario atlanticense, pero todo indica que importantes empresarios de esa región quieren evitar la movida a toda costa.
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Así, los Daes, dueños de Tecnoglass, o los Minski, quienes lideran Procaps, estarían entre los interesados en igualar la propuesta de los Gilinski para que El Heraldo continúe teniendo propietarios del departamento, pues hay que recordar que las familias Pumarejo y Fernández, entre otras, han estado al frente tradicionalmente.
EL COLOMBIANO pudo establecer que son 11 empresarios de la Costa los interesados en comprar el 80% del periódico, ya que la familia Pumarejo se quedaría con el 10% y el restante está abierto a nuevos interesados. La reunión para concretar el negocio tendrá lugar la próxima semana.
De moment, la Revista Semana se pronunció en la tarde de ayer e indicó que “desmiente que haya hecho alguna oferta económica por El Heraldo. No ha habido interés en hacer negociación alguna. Todas esas versiones que dicen lo contrario son falsas”.
No obstante, esta sería una nueva arremetida regional por parte de la casa Gilinski, que en enero pasado se quedó con el diario El País, de Cali, pagando US$2 millones y ganándole el pulso a 12 “cacaos” vallecaucanos quienes tenían todo listo para rescatar a ese medio de la grave situación financiera en la que se encontraba, a cambio del 51% de las acciones.
Tras cerrar dicha transacción el empresario Gabriel Gilinski explicó en La FM que la idea es continuar con la edición impresa, pero fortalecer la apuesta digital. Por ahora, aseguró, no está enfocado en la rentabilidad en el corto plazo, y sobre los empresarios con los que sostuvo la disputa no realizó mayores comentarios, pero sí precisó que varios son amigos suyos.
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Esto lleva a recordar que los ejecutivos del Valle del Cauca intentaron replicar la fórmula de los empresarios antioqueños que participaron en la adquisición del 51% de EL COLOMBIANO recientemente.
El objetivo era salvaguardar la libertad de prensa en la región y en ese sentido quisieron seguir la misma línea de cerca de 30 empresarios paisas, quienes cerraron la transacción de este medio.
Detrás del negocio
Juan Pablo Granada, presidente de la firma Customer Index Value, consideró que en movimientos como los que pretenden los Gilinski se busca una integración con los grandes medios de comunicación como una base “para poder tener elementos de dispersión de opinión y posicionarse ante quienes buscan credibilidad”.
Para el experto, los medios seguirán ganando credibilidad en la medida que se distancien de los montajes y noticias falsas que circulan en las redes sociales, y ese es el factor que más apetito genera en inversionistas como la familia Gilinski.
A su vez, las casas editoriales pueden recibir inyecciones de capital importantes para subsistir y sobreponerse a la época de “vacas flacas” cuando poca pauta llega. “Estos conglomerados suelen invertir en digitalización”, agregó.