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Mañana la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) daría su veredicto sobre si Claro tiene una posición dominante en el mercado de voz y datos en Colombia; es decir, aprovecharse de ser la empresa más grande para fijar precios o ponerle trabas de funcionamiento a competidores. Fenómeno que estos ultimos le atribuyen desde hace al menos cinco años.
¿Cuáles son las posturas y las bases sobre las cuales podría adjudicársele ese rótulo a la compañía con más suscriptores en internet móvil?
El hecho de que Claro, según el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, tenga el 46,01 % de la participación en telefonía, y 6 millones de los 11 millones que en Colombia son usuarios de internet móvil, por ahora no le da para ser dominante en el mercado.
Sus más cercanos competidores creen que es necesario que tanto la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) como la CRC tomen medidas para que esta firma no saque provecho.
“Colombia tiene la tarea de tomar una decisión definitiva sobre la dominancia en el mercado móvil. La definición que se tome redundará en ventajas para los usuarios, que tendrán a disposición un mercado más competitivo, con mejores ofertas de productos y servicios”, le dijo a EL COLOMBIANO Marcelo Cataldo, presidente de Tigo.
La posición de Claro
Para el operador más grande del país, la postura dominante que se le adjudica no procede en la medida en que los demás operadores del mercado “tienen la capacidad de actuar con independencia” sin importar las estrategias comerciales de aquellos que tengan más porcentaje de la torta.
“La SIC, al analizar la supuesta dominancia de Comcel en el mercado, llega a una serie de conclusiones. Una de ellas es que efectivamente Comcel es más grande que sus competidores pero porque ha realizado mayores inversiones en el mercado. Dice la SIC que no identificó ningún elemento que disuada o impida a los otros competidores competir con Comcel, es decir, el tamaño de Comcel no impide que los demás inviertan más o compitan más”, afirmó Santiago Pardo, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Gobierno en Claro .
Tesis en la que concuerda el expresidente de Une, ahora Tigo, y ahora consultor en telecomunicaciones Marc Eichmann. Para el experto, sí hubo un momento en el que Claro tuvo ese rótulo fue en 2013, cuando el servicio de voz a través de planes móviles era el más demandado en Colombia.
“En ese entonces sí hubo decisiones en la materia. Pero esa predominancia también desapareció cuando la fuerza de mercado se fue apaciguando. Fueron apareciendo los planes de voz ilimitados que incluso iban apalancados con los datos”, puntualizó Eichmann (ver Radiografía).
¿Pasa lo mismo para el caso del internet móvil? De acuerdo con el experto sí se puede hacer un símil en esa dominancia entre el mercado de voz y el de datos, pero “lo que uno ve es que en el caso colombiano son muy recurrentes las ofertas de operadores más pequeños que termina condicionando las tarifas de los más grandes”, complementó Eichmann.
“Tigo lo hizo, Avantel y Telefónica también, y después nosotros (...) En este mercado nadie se puede quedar atrás, el que se queda atrás pierde ingresos”, añadió Pardo.
No todo son precios
Aunque, “el Artículo 45 del decreto 2153 establece como definición de posición dominante aquella posibilidad que puede tener una empresa en el mercado de determinar directa o indirectamente las condiciones del mismo”, aclaró Juan Pablo Herrera, superintendente delegado para la Protección a la Competencia.
Postura que también defiende Juan Carlos Martínez, abogado en experto en industria: “La posición dominante también se fija por el aprovechamiento de espacios cuando la presencia de una empresa es muy representativa”.
Sobre este punto vale recordar que en decisión del 19 de noviembre del 2013, la SIC sancionó a Claro por abuso de posición dominante y otras conductas infractoras de la libre competencia a razón de que en el mercado de Voz Saliente Móvil (la empresa actuó) con el fin de obstruir el acceso de terceros a canales de comercialización. Lo anterior, “luego de encontrar probado que a través de conductas relacionadas con el bloqueo de las bandas de equipos móviles impedía o restringía a los usuarios migrar a otros operadores móviles”.
Incluso un año después de esa sanción, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (Ocde) había llamado la atención sobre cómo el operador dominante de ese momento (Claro) tenía el 60 % del mercado “cuando el promedio de países Ocde -donde ya pertenece Colombia- es del 42 %”, indicó en su momento el organismo.
Esta no ha sido la única polémica en la que se ha visto envuelta la marca Claro. En febrero de 2014 la Superintendencia de Control de Mercado de Ecuador la multó con 138 millones de dólares por impedir la colocación de antenas donde el operador tenía instaladas radiobases.
También están los 1.000 millones de dólares que la Autoridad de Competencia de México le obligó a pagar a Carlos Slim (accionista mayoritario de América Móvil, en la que se encuentra la marca Claro) por haber impuesto tarifas abusivas a otros mayoristas para que accedieran a su red.
La CRC, de declarar la dominancia de Claro, entraría a hacer inspecciones de control y certificaría si hay o no procedimientos contrarios a la libre competencia. “Es también probable que se encuentre que Claro no tiene conductas contrarias a la norma, y que por ende su ejercicio es legítimo”, concluyó Martínez .