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Hoy deberá conocerse un nuevo valor de la tasa de usura, que varía mensualmente, tras estimaciones hechas por la Superintendencia Financiera, y sirve para establecer un cobro máximo en las modalidades de crédito más comunes, entre las que se encuentra la de consumo.
Según explicó Raúl Cardona, jefe del pregrado en Finanzas de Eafit, la función de este indicador es evitar que se generen costos muy elevados, cuando en el país se tiene una brecha muy grande entre las tasas de captación y las tasas de colocación.
De acuerdo con las cifras más recientes de la Superfinanciera, entre el 14 y 18 de septiembre, los establecimientos de crédito que se ven más cercanos al tope, definido legalmente en 27,53 % para consumo, fueron Bancompartir y Banco Mundo Mujer, lo que muestra para dicho lapso un cobro de interés de 27,48 % y 27,43 % Efectivo Anual (E.A.), respectivamente en la categoría de consumo.
Ahora bien, del otro lado se encuentran entidades como Banco Popular, AV Villas y el Banco Itaú, los cuales evidenciaron para el mismo periodo un valor medio de 11,73 %, 12,18 % y 12,51 % respectivamente.
Si se hace un balance de las 38 entidades analizadas, en el mismo lapso, deja un balance de 14,63 %. Si se mira por categoría, fueron las instituciones especiales del Gobierno, las que cobraron un interés de 12,62 %; pero los bancos también abarataron más ese costo, puesto que los préstamos hechos tuvieron una tasa media de 14,44 %.
Por otra parte, las compañías de financiamiento generaron una intermediación de 18,05 % y las cooperativas financieras, lo hicieron a 16,1 %
Óscar Manco, doctor en economía y docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, explicó que para definir los intereses bajo los que un banco hace un desembolso, se tiene en cuenta la calificación crediticia, que incluye variables como: el nivel de ingresos, tipo de contrato, el nivel educativo y el historial en el pago de obligaciones; de esta manera, entre más confiable se sea el sujeto del préstamo, el cobro será más bajo, pues se presume que se percibe menos riesgo.
Manco también recordó que la definición de esta tasa se da a partir del cálculo del Interés Bancario Corriente, el cual se multiplica por 1,5 para calcular la próxima vigencia del tope que dicta la autoridad. Cabe aclarar que para las líneas de microcréditos las reglas de usura son diferentes, más altas, al ser consideradas más riesgosas (ver Paréntesis).
Entre las discusiones que se han dado en torno a quienes prestan dinero en lo corrido del año se encuentra aquella de si se han hecho más bajas las tasas o, al contrario, en un contexto de pandemia, se han encarecido.
La usura ha mostrado un descenso en el último año, teniendo en cuenta que la que se determinó a inicios de mes, 27,53 %, dista en 1,12 puntos porcentuales a la percibida a inicios de octubre del año pasado, cuando se encontraba en 28,65 %, de acuerdo con el reporte de la autoridad.
Ahora bien, si se hace una revisión sobre qué ha pasado con la tasa promedio más reciente en la cartera de consumo con lo visto entre el 16 y 20 de marzo —semana previa al principio de las medidas de aislamiento obligatorio de carácter nacional— se ve un cambio de 1,2 puntos porcentuales; lo que da fe que específicamente en esta división sí han bajado algunos costos, puesto que para entonces la media estaba en 15,83 %.
En este sentido, en la discusión también entran valores como el de la tasa de interés con la que el Banco de la República presta a quienes se lo solicitan. Teniendo en cuenta que ha sido un año de bajas constantes a raíz de la pandemia, al llegar a 1,75 % para cierre de este mes, la pregunta persistente es: ¿cuánto se demora en pasar esto a los créditos en general?
Lo que explican entidades bancarias como Bancolombia es que “generalmente, los créditos al público empiezan a sentir el efecto seis meses después o más, dependiendo de las condiciones del momento”, lo que significa que a penas se empiezan a reflejar.
Periodismo. Gestión Cultural. Por la sonrisa de mi madre que vale un millón.