En lo corrido del año hasta el 31 de octubre, el Gobierno ha colocado TES (títulos de tesorería) por 37 billones de pesos: 27,50 billones corresponden a subastas, 9 billones a inversiones de entidades públicas y 0,5 billones al pago de obligaciones. Aún queda pendiente 1 billón a subastas UVR (Unidad de Valor Real).
Eso quiere decir que ha completado su meta de financiamiento en el mercado local a través de los mecanismos de subastas y entidades públicas, según las metas definidas en el plan financiero presentado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (ver Paréntesis).
En cuanto a quiénes participan, en el caso de las subastas, son en su mayoría bancos y las firmas comisionistas Credicorp Capital y BTG Pactual. Mientras que el segundo se dirige exclusivamente a las entidades públicas, que están obligadas a invertir sus excedentes de utilidad, que no contemplan gastar en el corto plazo, en TES, explicó el director de renta fija de Credicorp Capital, Carlos Sánchez.
Queda pendiente emitir TES de largo plazo en UVR por un billón de pesos, para “proveer a los inversionistas institucionales de un activo de largo plazo que les permita calzar sus pasivos de alta duración y de esta manera reducir su riesgo de reinversión y mejorar la gestión de sus portafolios”, dijo la directora de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, Milena López.
Los mecanismos responden a la necesidad de contar con recursos para dar cumplimiento a las necesidades planteadas en el Presupuesto General de la Nación, que no logran ser suplidas solo con ingresos de la Nación.
Para 2017, el total de fuentes requeridas por el Gobierno asciende a 74,5 billones de pesos, que se destinarán a atender principalmente un déficit fiscal (33,4 billones de pesos) y amortizaciones de deuda (22,3 billones), de los cuales 14,2 billones corresponden a deuda interna, y 8 billones a deuda externa, que a agosto sumó 124.770 millones de dólares, según el último reporte del Banco de la República.
“La caída de los precios del petróleo desde 2014, la desaceleración del ritmo de crecimiento económico y el incremento de gastos, generaron una menor cantidad de recursos disponibles, incrementando los retos de la política fiscal y las necesidades de financiamiento”, señaló López frente a las cifras dadas.