Después de 83 años de funcionamiento en Copacabana, la fábrica de plásticos de Imusa cambió de domicilio. Pero no se fue muy lejos, y se instaló en la vereda Galicia de Rionegro.
Este cambio lo tenía pensado desde hace tres años el Groupe SEB, conglomerado francés dueño de Imusa desde 2011, con el fin de aumentar la competitividad.
Y en marzo lo lograron, pero tenían que ampliar su operación para darle espacio a la planta. Así que construyeron un nuevo centro de distribución. En total, el grupo capitalizó en esta nueva infraestructura unos 11,3 millones de dólares, unos 33 mil millones de pesos al cambio actual.
La renovación del centro logístico en el Oriente antioqueño la presentó el presidente de Groupe SEB para Colombia, Juan Guillermo Sánchez, quien aseguró ayer, en diálogo con EL COLOMBIANO, que los cambios dentro de la organización están pensados en incrementar la productividad.
“Creamos un nuevo centro operativo que nos permitirá expandirnos a medida que lo exija el negocio. Con esta nueva infraestructura tenemos 11 mil posiciones y 10 muelles de carga, lo que nos da grandes ventajas logísticas”, aseguró.
La compañía intervino 5.500 metros cuadrados y acumuló, solo en su planta de Rionegro, una planta de empleados de 800 personas.
Fortalecer mercados
El otro enfoque de esta inversión es motivar exportaciones. De los 350 mil millones que tuvo de ingresos el año pasado SEB en el país, incluyendo ventas de marcas como Samurai, T-Fal, Umco, Krups y Moulinex, el 15 % los facturó en el extranjero.
“Colombia es un negocio importante para el grupo, representa cerca del 5 % de ventas, y se consolida con el tiempo, porque desde nuestras plantas en Colombia (Cajicá y Rionegro) les enviamos mercancía a otras filiales, por ejemplo, acá hacemos los productos T-Fal que se venden en Francia”, explicó Sánchez.
La marca Imusa se quiere consolidar a mediano plazo en Panamá y República Dominicana, mercados estratégicos en Centroamérica y el Caribe.
Sin embargo, plazas tradicionalmente buenas para la empresa, como Ecuador, ya “completa dos años en caída” y a Venezuela “este año el valor de exportaciones es cero”.
El negocio en Colombia
Mientras el grupo capotea esa variabilidad del comercio externo, la expectativa en el país no es menor. Con Imusa y las demás marcas, SEB espera crecer un 10 % los ingresos este año y llegar a unos 385 mil millones de pesos.
“Aún en medio de un proceso de desaceleración como el que vive la economía nacional, el escenario de negocio es favorable, vemos dinámica en el consumo y confiamos en crecer casi cuatro veces el Producto Interno Bruto (PIB) del país para este año, que se estima en un 2,5 %”.
En materia de inversión, el próximo año se destinarán unos 10 mil millones de pesos en generación de nuevas líneas de productos, publicidad y optimización de procesos industriales.
Aunque prefirió no revelar qué nuevas referencias entrarán al mercado, Sánchez subrayó la necesidad de ahondar en el mercado de electrodomésticos pequeños, como las licuadoras.
Cree, además, que ese enfoque empresarial tendrá buenos réditos porque la devaluación del peso frente al dólar ayudará a fortalecer el mercado interno, en que Imusa tiene el 40 % de participación en su segmento, mientras Samurai ya suma el 60 %.
“La entrada de productos chinos ha caído un poco. Esperamos que esa tendencia se mantenga, un alivio después de 10 años de fuerte revaluación”, dijo el alto ejecutivo.
Sin embargo, el dólar no lo es todo y eso lo tiene claro el presidente del grupo para Colombia, sobre todo en un momento en que se plantea que la recuperación de la industria motivará una “nueva economía” que se plantea desde el Gobierno.
“La industria no puede quedarse esperando que el dólar les haga más competitivos, hay que invertir en tecnología y dar el paso hacia la productividad, si eso no se logra, cuando vuelva a bajar la tasa de cambio, volvemos a las mismas”, concluyó.
800
personas trabajan en el nuevo centro de distribución de Imusa en Rionegro.