Luego de una reunión con los evangelizadores del bitcóin y el blockchain, el presidente Gustavo Petro está considerando las criptomonedas como dinamizadoras de la economía popular.
El mandatario estuvo en el Palacio de Nariño con Diego Gutiérrez, Raúl Velásquez, Edwin Rivas, Cristian Quintero y Mauricio Tovar, expertos en Blockchain, pero el personaje que más llamó la atención en dicha reunión fue Samson Mow, el experto en bitcóin que proyecta que esta criptomoneda llegará a costar millón de dólares.
Mow fue el mismo evangelizador que convenció al presidente Nayib Bukele de convertir el bitcóin en una moneda de curso legal en El Salvador.
En esta oportunidad, el presidente Petro dijo que todo el sistema de facturación de salud puede manejarse en tiempo real bajo programaciones blockchain, lo mismo que las propiedades en manos de la SAE y la titulación para el restitución de tierras en el país.
Y, además, “puede haber un uso de bitcóin en manos de cooperativas de trabajo libre asociado en la economía popular”.
Estas palabras de inmediato causaron revuelo, pues no es muy claro cómo las criptomonedas pueden ayudar al desarrollo de economías que normalmente han sido informales, además de la competencia que puede significar para el monopolio en la emisión de moneda del Banco de la República, otorgado por la Constitución.
También es curioso que, aunque el presidente ha sido tan crítico de Bukele, quiera implementar aquí la misma fórmula que, por demás, tampoco le ha funcionado.
Un mal ejemplo
En más de dos años de implementación en El Salvador, el bitcóin ha perdido el 37% de su valor, equivalentes a 45 millones de dólares, una cifra que es difícil de precisar porque la adquisición de reservas por parte del gobierno salvadoreño no es transparente para el público.
Bukele proponía que la billetera Chivo, creada para transar con bitcóin, fuera un mecanismo más eficiente para recibir remesas, y que estas no tuvieran que pasar por las casas de giros internacionales, pero la penetración en ese mercado es apenas del 1,2%.
Mejor dicho, la adopción del bitcóin en El Salvador ha servido más para que Bukele acapare portadas en el mundo, que para facilitar la inclusión financiera.
Blockchain sí puede servir
Si bien el bitcóin parece una mala idea, como lo dice Julián Aguirre, director del área Fintech de Posse Herrera Ruiz, ya que amenaza la soberanía monetaria del Banco de la República y la legitimidad del peso colombiano; el blockchain sí podría ser una alternativa tecnológica para la economía popular.
“La primera es que el blockchain como tecnología tiene características que hacen que lo que dice el presidente no sea descabellado. Las operaciones quedan a la vista del público, para las veedurías, el control social, para entender cómo se mueven determinados recursos. Puede ser interesante para documentar ciertos tipos de derechos o posiciones contractuales que no estén cerca de los centros urbanos pero sí tengan acceso a un computador”, dijo Aguirre.
Por eso es tan importante no confundir peras con manzanas: “Aunque todo bitcóin es blockchain, no todo el blockchain es bitcóin, y ahí hay oportunidades, lo que no podemos es dejarnos confundir”.