Organizaciones sociales antioqueñas aportaron 15.599 empleos el año pasado, un 87 % con contrato laboral con prestaciones sociales y el porcentaje restante con prestación de servicios.
De total de contratados por las oenegés, un 76 % son mujeres, lo que equivale a unas 12.746, mientras que los hombres sumaron 4.084.
Según sectores, la vinculación laboral se concentra en aquellas dedicadas a atender a grupos poblacionales (niños, adolescentes, adultos mayores y mujeres).
Así lo reveló un estudio presentado ayer en Medellín por la Federación Antioqueña de ONG (FAONG), en el que participaron 78 entidades que benefician a 2,9 millones de personas en condición de vulnerabilidad.
El director de la FAONG, Carlos Andrés Monsalve, estima que las organizaciones sociales totalizan 20 mil en Antioquia, 3.700 registradas ante la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia. Estas hacen parte de las 200 mil Entidades Sin Ánimo de Lucro (Esal) en el país.
El sector privado entregó recursos a 34.852 proyectos y programas; las oenegés financiaron con dineros propios, 13.500; el Estado, 2.136; la cooperación internacional, 88, y otros, 5.643.
Un 69,9 % de los recursos movilizados por esas organizaciones son propios, seguidos por los públicos, que representan el 22,8 %. Mientras que la proporción es menor en el caso de dineros de cooperación internacional (2,72 %), donación (2,56 %) y sector privado (2,02 %).
“Los recursos de cooperación han disminuido luego de que el país pasó a ser catalogado como de renta media, pues ahora priorizan a los países con mayor grado de vulnerabilidad”, comentó Monsalve.
El año pasado, esos dineros llegaron a 756.670 millones de pesos, que al incluir los de Comfama alcanzan los 1,7 billones de pesos.
Así mismo, la federación manifestó que el Decreto 092 de este año los preocupa. Este elevó a un 30 % los aportes que debe realizar una Esal dentro de un convenio o asociación con el Estado. “Por causa de ese aumento, este año, muchas organizaciones cerraremos con déficit”, dijo la directora de Ecosesa, Gloria María Sierra (ver Informe).
También, los directivos manifestaron que con la reforma tributaria del año pasado se diminuyeron los incentivos para que las empresas entreguen donaciones a cambio de reducción de impuestos.
“Nosotros no acumulamos capital, y los excedentes van para programas o proyectos que atienden a poblaciones que no son capaces de pagar por esos servicios”, añadió la directora de la Fundación Bien Humano, Mónica Sandoval.