viernes
7 y 9
7 y 9
Durante la 56° Convención Bancaria que se realizó hasta ayer en Cartagena, el presidente Gustavo Petro les pidió a los banqueros financiar la producción para hacer crecer la economía y generar equidad.
Durante su intervención, el Jefe de Estado defendió que la banca no es en sí misma creadora de nueva riqueza y propuso fortalecer la colocación de créditos en el sector informal, que él definió como economía popular, en la que se encuentra el 58% de la fuerza laboral colombiana.
“Hasta ahora el mundo financiero apenas toca esos mundos, esos mundos han sido tocados por el ‘gota a gota’ que en algunos pueblos, según me han dicho, cobra hasta el 20% de interés diario”, subrayó.
En esa línea, aseveró que “lo que indica la aparición del ‘gota a gota’ es una incapacidad del sector financiero de tocar la economía popular”, y remarcó que la profundización financiera debe ser extensiva al sector agro.
Fiel a su discurso, habló sobre la descarbonización de la economía y mencionó que buena parte de la liquidez del sistema financiero corresponde a recursos que se mueven desde el sector de hidrocarburos.
De acuerdo con Petro, uno de los grandes objetivos de su gobierno es que la financiación para actividades extractivas se reduzca y agregó que hay que poner lupa sobre la mora de los usuarios, pues a su parecer esto tiene que ver con que en los últimos años la pobreza se disparó en Colombia.
Al respecto, EL COLOMBIANO habló durante estos tres días con varios empresarios del sector, quienes manifestaron su preocupación porque el presidente parece no entender aún cómo funciona el sistema financiero ni cómo este es un habilitador y facilitador del crecimiento económico. Pues, dicen, solo con acceso al crédito los pequeños empresarios pueden hacer surgir sus negocios, el agricultor puede apalancar su producción mientras vende la cosecha, o el Estado puede construir la infraestructura necesarias para el desarrollo rural.
El mensaje que desde Asobancaria se envió fue la invitación al Gobierno a trabajar juntos, a que sean incluidos en lo que el presidente ha llamado “diálogo social”, porque al fin de cuentas tanto la banca como el gobierno están buscando lo mismo: una mayor inclusión y equidad.
Y en eso coincidieron los ministros de Agricultura y Hacienda durante sus presentaciones en la Convención: lo más importante que puede hacer la banca por el desarrollo del país es incluir a quienes por años han sido excluidos por el sistema: a los más pobres. Pero no solo en acceso a productos de depósito, que prácticamente no se le niegan a nadie, sino de crédito. También insistieron en la necesidad de que se genere inversión para el desarrollo de infraestructura y competitividad.
Un tema aparte que angustia a los empresarios del sector es la reforma tributaria, que si bien entienden la coyuntura de finanzas públicas que obliga a su formulación, no están de acuerdo del todo en el contenido.
Por una parte, les alegra la prohibición del uso de efectivo en transacciones que superen los 10 millones de pesos, porque sería una herramienta para luchar contra el lavado de activos, la evasión de impuestos y la corrupción, además ayudaría profundizar la inclusión financiera.
Pero les preocupa, de otro lado, los impuestos en cascada que, en su lógica, castigarían la inversión. Juan Pablo Córdoba, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, explicó que, “uno puede gravar más por el lado de dividendos y menos por el lado de la empresa o viceversa, lo que no se puede hacer es las dos cosas, que es un poco lo que está sucediendo con la propuesta actual, que creo que es desafortunado. Son impuestos en cascada, o sea, un impuesto sobre otro y creo que no es conveniente”.
De esta forma se cerró un nuevo capítulo entre el Jefe de Estado y los empresarios, quienes están a la espera de los nuevos movimientos en materia económica que hará el gobierno