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La producción mundial de insumos agrícolas se redujo el año pasado y sus precios se dispararon. Y aunque para este año se esperaría una estabilización en
dichos valores, la suma de otros factores como el fenómeno de la Niña han incidido en que actualmente el agro colombiano sea cada vez menos productivo.
Así, con miras a reducir los altos costos de producción que padecen los agricultores, y a su vez los consumidores en la compra final de los productos, el Gobierno Nacional, por medio del el Decreto 0809 del 25 de mayo del 2023, estableció por otros 12 meses el arancel cero para la importación de 74 insumos agropecuarios.
Además, también se decretó que el Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior (Triple A) revisará la medida cada 6 meses para evaluar sus efectos.
“Se hace necesario modificar parcialmente el arancel de aduanas con el propósito de proteger el desarrollo de las actividades agrícolas, pecuarias y pesqueras, y la adecuada protección a la producción nacional, atendiendo lo dispuesto en el artículo 65 de la Constitución Política, que establece que la producción de alimentos gozará de la especial protección del Estado”, se lee en el documento, firmado por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla; y el viceministro de Comercio Exterior, Luis Felipe Quintero.
¿Cuáles son?
Según datos del Ministerio de Agricultura, los insumos agropecuarios tienen un impacto hasta del 78% en los costos de producción.
Por esto, entre las materias primas que tendrán este beneficio del arancel cero por 12 meses se encuentran la cebolla y el ajo para la siembra, camotes frescos, nueces y almendras de palma, semillas de remolacha azucarada, semillas forrajeras de alfalfa, de lechuga, de hortalizas y de tabaco.
También están los sustitutos de leche para alimentación de terneros, sales de ácido propiónico, medicamentos de uso veterinario, abonos, albúminas, fungicidas y minerales de manganeso, entre otros.
En busca de otras alternativas
La principales materias primas que se usan en Colombia para la producción agropecuaria tienen un componente importado mayor al 80%.
Así lo afirmó un estudio de Corficolombiana, según el cual, ante el complejo panorama de disponibilidad y costos que todavía sufren muchos de estos insumos, en los últimos años ha cobrado relevancia considerar alternativas más sostenibles, económica y ambientalmente, que permitan mantener la competitividad del agro colombiano, y que aseguren la seguridad en la producción y el abastecimiento de alimentos en el país.
“En el contexto económico actual se ha planteado con más fuerza la posibilidad del uso de insumos biológicos (bioinsumos). Estos pueden ser usados como complemento a los agroquímicos tradicionales, por lo que su uso permite disminuir la cantidad de fertilizantes y plaguicidas requeridos”, indicaron los analistas de Corficolombiana.
De acuerdo con el informe, el uso de bioinsumos es eficiente en términos económicos, ya que mejora el rendimiento del cultivo y la calidad de la plantación, permite disminuir los costos y a mediano y largo plazo mantiene las características benéficas del suelo, a través de la reposición de nutrientes.
Lo anterior terminaría contrarrestando los efectos secundarios del uso de agroquímicos, los cuales a través del tiempo pueden perjudicar el rendimiento y la calidad del suelo, y de las aguas subterráneas.
Pero, ¿cómo está este mercado en el país? Según los analistas, si bien Colombia representa el 0,9% en el mercado global de bioinsumos, la producción nacional ha tenido una expansión importante.
Dentro del mercado local, de acuerdo con datos del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en el país se encuentran 142 registros de empresas de bioinsumos; y dentro del total de los 135 alimentos registrados, el arroz, el tomate, las rosas, el café, el algodón y la soya son los cultivos que reportan el mayor uso de insumos biológicos.
“Si bien la adopción exitosa de bioinsumos en el país no sustituye enteramente, al menos en el corto y mediano plazo, el uso de agroquímicos tradicionales, esta sí permite reducir la elevada dependencia a su importación y garantizar en mayor medida los insumos requeridos para la producción nacional de alimentos”, explicaron los analistas de Corficolombiana.
Y agregaron que Colombia podría tomar como ejemplo a países como Sri Lanka y Brasil, los cuales han explorado caminos que arrojan lecciones importantes, en cuanto a desarrollo tecnológico, normatividad y acceso, en el planteamiento de la adopción de productos alternativos como los bioinsumos.
Periodista de economía y negocios. Egresada de la gloriosa Universidad de Antioquia.