Se espera que en las próximas semanas el mercado del aguardiente en Antioquia reciba el Aguardiente Amarillo de Manzanares de la Industria Licorera de Caldas, la ILC.
Y aunque el líder en absoluto del mercado es el aguardiente de la Fábrica de Licores de Antioquia, la ILC espera vender entre 2 millones y 2,5 millones de unidades este año en este departamento.
Así lo confirmó Diego Angelillis Quiceno, gerente de la ILC en conversación con EL COLOMBIANO.
Antioquia abrió sus fronteras tras un fallo de la Corte Constitucional para todo el mercado en el país, ¿ya se vende el Amarillo de Manzanares en Antioquia?
“Ya tenemos el permiso de introducción que nos entregaron por 10 años para distribuir nuestros aguardientes en Antioquia. Ya hicimos los primeros envíos, pero aún no hemos podido salir al mercado porque todavía falta un proceso más, que es el estampillado del aguardiente. Con ese estampillado el Departamento cobra las rentas por consumo a nuestros destilados. No hemos podido todavía salir porque están haciendo falta esas estampillas. Estamos a la espera de que nos den la posibilidad de hacerlo”.
¿Y cuánto va a tardar ese estampillado?
“No lo sabemos, eso ya es una situación que manejan directamente desde rentas departamentales. Eso sí, estamos requiriendo a través de nuestro distribuidor en Antioquia para poder estar en canales porque sin esto no podemos competir”.
¿Cuántas botellas ya enviaron a Antioquia?
“Inicialmente, hicimos un envío de 240.000 unidades, pero ya en el transcurso de lo que va a ser este mes, esperamos tener alrededor de un millón de botellas en el departamento”.
¿Y la proyección es vender este 2025 cuántas de ese aguardiente?
“Como tú sabes es el departamento aguardientero de Colombia por excelencia. Estamos hablando del mercado más importante de aguardiente en nuestro país. Hablamos de 28 o 30 millones de unidades reducidas que se venden en Antioquia al año. Y por eso la expectativa de la Industria Licorera de Caldas es poder ingresar a ese mercado y competir con un producto de tanta tradición como el que tienen ahí.
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Lo que pretendemos es darle una alternativa al aguardiente Antioqueño y tener también uno de los mejores aguardientes del mundo allí y que la gente pueda escoger cuál es mejor para su paladar. Nosotros llegamos a dinamizar la categoría, es decir, habrá más estímulo para los momentos en que se toma el aguardiente porque van a haber diferentes posibilidades y de fantástica calidad.
La apuesta en este año ronda entre los 2 millones y 2,5 millones de unidades. Es una apuesta optimista que esperemos que se nos logre dar. Sabemos el competidor que tenemos allí, pero es una competencia sana y es una competencia que vamos a dar con mucho ahínco y esfuerzo, porque terminamos siendo todo el gran Antioquia, el Eje Cafetero y Antioquia, que son un solo territorio. Y el aguardiente Cristal también esperamos tenerlo, pero en una proporción mucho menor”.
Sí es que ustedes hoy están vendiendo más Amarillo que Cristal, ¿cómo está esa relación frente al ron?
“El Amarillo de Manzanares, el año anterior, tuvo ventas de alrededor de 13 millones de unidades —en el 73% del territorio al cual podía ingresar—. En el Aguardiente Cristal llegamos a unas ventas de alrededor de 2,5 millones de unidades. El Amarillo con respecto al Cristal tiene una participación del mercado mucho más grande.
El nivel de productos ha ido cambiando en los últimos años. Estamos diciendo que nosotros en el año 2020 - 2021, éramos esencialmente roneros, es decir, nosotros teníamos una participación en nuestras ventas de más del 85% por parte del ron. Pero ahora, con el ingreso del Amarillo de Manzanares, estamos hablando de que esa participación del ron se ha equilibrado mucho con el aguardiente. Sigue siendo el ron nuestro producto más vendido. Somos roneros por excelencia, pero también el Amarillo ha venido a tomar una parte muy importante de esa torta de ventas”.
¿Tienen pensado hacer inversiones en Antioquia?
“Pero por supuesto, las inversiones que se hacen, por ejemplo, con nuestro ron, ese mismo tipo de inversiones las vamos a hacer con el aguardiente. Vamos a participar de muchísimos eventos, a hacer unas campañas muy fuertes de visibilidad, unas campañas muy fuertes en cada uno de los canales para que sepan de nuestro producto. Y a comenzar a dar a conocer esta alternativa muy válida que van a tener”.
¿Usted cree que esa disputa legal con la FLA en 2023 terminó por dar un impulso al Amarillo de Manzanares?
“Desde el punto de vista estratégico lo que consideramos es que el Aguardiente Real de la Fábrica de Licores de Antioquia era muy similar al Amarillo de Manzanares. No nos hemos parado en ningún momento a analizar si eso fue conveniente o no fue conveniente para la marca aguardiente amarillo de Manzanares, porque lo que consideramos como filosofía y seguimos considerando el día de hoy, es que ese aguardiente tenía unos rasgos supremamente similares al punto de verse como parte de una copia de lo que es el Amarillo de Manzanares. Y eso fue lo que propusimos ante la Superintendencia y que se dirimió en principio con la medida cautelar. Y ahí en adelante, pues estamos esperando qué va a decir la Superintendencia de fondo al respecto de este tema.
“Lo cierto es que nosotros no nos hemos sentado en ningún momento a pensar que eso pueda servir o no en el impulso del Amarillo de Manzanares, porque esa no ha sido inicialmente ni será la idea de Industria Licorera. Lo que buscábamos era que un producto que nació dentro de nuestro territorio desde hace tantos años y que sufrió una transformación e innovación tan interesante, pues se le respeta la propiedad que existe sobre él”.
¿A qué departamentos ha ingresado el aguardiente amarillo de Manzanares tras el fallo de la Corte sobre las fronteras?
“Con el fallo de la Corte la posibilidad es inmensa para todos los aguardientes colombianos. No solamente es un tema del Aguardiente Amarillo de Manzanares o del Aguardiente Cristal, sino para todo el aguardiente que se produce en Colombia por fábricas públicas o privadas. Es la posibilidad de competir a nivel nacional libremente. En nuestro caso, solamente hemos podido ingresar al 33% del territorio nacional, incluyendo la posibilidad de ingresar al 67%. Desde que se abrieron las fronteras comenzamos a hacer un trabajo muy arduo y muy duro, y en este momento podemos decir que tenemos entrada a los siguientes departamentos: Nariño, Caquetá, Antioquia, Cauca y Cundinamarca. Desde el primer día comenzamos muy juiciosos con cada uno de los requisitos establecidos para los permisos, haciendo un trabajo presencial en cada una de las gobernaciones y conversando con cada una de las personas encargadas sobre la temática, y hemos podido ingresar a esos departamentos, pero, sin embargo, aún persisten algunos departamentos que no han dado solución al tema, y estamos hablando en este caso del Valle del Cauca, del Putumayo, del Huila y del Chocó, que son aquellos que todavía persisten en no dar ingreso a nuestros aguardientes, y pues estamos en esa lucha continua también para hacer efectivo ese fallo histórico”.
¿Y cuál es el argumento de esos departamentos para mantener cerrada la frontera?