La Corte Constitucional publicó finalmente el fallo que da vía libre para que el aguardiente se mueva sin fronteras en Colombia. Ya en febrero, el alto tribunal había comunicado su decisión que, aunque era vinculante, no tuvo mayor recepción en buena parte de los departamentos.
No obstante, en los últimos días empezaron las primeras movidas que anticipan un pulso interesante. Por ejemplo, el Aguardiente Amarillo de Manzanares de la Industria Licorera de Caldas (ILC) aterrizó en Antioquia, mientras que el Aguardiente Real amarillo 24° de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) ya se consigue en las vitrinas caldenses.
No obstante, para la FLA, que tiene el 57% del mercado con su Aguardiente Antioqueño, ha sido particularmente difícil, porque tras cuatro meses de que la Corte se pronunciara no ha logrado entrar a ninguno de los ocho departamentos que planea.
En entrevista con EL COLOMBIANO, Esteban Ramos, gerente de la FLA, habla de esta situación, de cómo se prepara el Antioqueño para competir con el Amarillo de Manzanares y lo que se viene para el mercado.
¿Qué ha cambiado en el mercado aguardientero del país?
“Colombia tenía unas salvaguardas para los departamentos en el caso del aguardiente, es decir que, dentro de su discrecionalidad, tenían la facultad de permitir o no que otros aguardientes hechos en el país o en el exterior tanto públicos como privados, pudieran ingresar y ser comercializados. La pasada administración de la Gobernación de Antioquia se acogió a ese decreto.
Así venían las cosas, pero esa norma fue demandada y este año, en una decisión que quedó 5-4, se cayó. Entonces, en este momento todos los aguardientes se pueden distribuir en todos los departamentos, o sea que las fronteras quedaron abiertas. La Corte Constitucional emitió un comunicado en febrero en el que decía que la ley de salvaguarda se caía, y se dio por sentado que esa decisión quedaba en firme al momento de que se emitiera el comunicado.
Entonces, nosotros, como industria licorera interesada en entrar a los ocho nuevos departamentos que teníamos previstos al caerse la salvaguarda, hicimos la solicitud de introducción de nuestro licor a esos territorios”.
Pero a ustedes no los han dejado entrar a los nuevos mercados donde apuntan, según ha dicho usted...
“¿Qué pasó? Tres de esos departamentos, Chocó, Cundinamarca y Cauca nos negaron el permiso aduciendo que no había un fallo de fondo y que no era suficiente el comunicado de la Corte, siendo que este era vinculante. Inclusive, hay departamentos que hasta ahora no nos han dado ningún permiso, no con las razones de los tres mencionados, sino porque nos pidieron 60 días más para contestar, violando flagrantemente la ley porque los términos son claros y se deben cumplir.
Entonces, al momento la Fábrica de Licores de Antioquia no ha podido entrar a ningún departamento donde ha hecho la solicitud. El viernes ya salió el fallo”.
¿Cuál es la lista de departamentos a los que quieren entrar?
“Nariño, Bolívar, Putumayo, Cauca, Valle del Cauca, Huila, Caquetá y Boyacá”.
¿Sienten que hay un miedo en otros departamentos por el efecto que tendría la entrada del Aguardiente Antioqueño?
“Nosotros somos líderes del mercado en Colombia, tenemos el 57% del negocio de aguardientes. Uno entiende que las industrias licoreras pretendan defender sus mercados, pero también tienen que acogerse a la ley, que es clara en que deben darnos los permisos de introducción. Hemos esperado bastante y creemos que con el fallo conocido el viernes no habrá más excusas”.
¿Existe un tiempo límite para que los departamentos les den respuesta?
“Normalmente, cuando se solicitan los permisos de introducción son 30 días corridos los que se deben tomar los departamentos para dar el aval. Si en ese lapso hay fallos en la documentación, se subsanan y empiezan a correr de nuevo los 30 días”.
¿Y Antioquia sí ha estado abierta a acatar esa decisión de la Corte?
“El gobernador Andrés Julián Rendón, desde el primer momento, nos indicó que debíamos cumplir estrictamente lo que decía la norma y la Corte al momento del comunicado, que sabíamos que desde que salió era vinculante.
Entonces, en el momento que las licoreras hayan cumplido los requisitos de introducción, el gobernador, como en el caso de la Licorera de Caldas, firmó el decreto”.
Y en Antioquia ya está circulando el Aguardiente Amarillo de Manzanares, de la Licorera de Caldas. ¿Cómo se está preparando la FLA para esa competencia?
“Llevamos más de cuatro meses preparándonos. Manejamos productos de alta calidad, somos líderes en Colombia y tenemos el 99% del mercado de aguardientes en Antioquia, por ende, existe una gran responsabilidad de defender nuestro mercado y le hemos dicho a nuestros paisanos la importancia de seguir consumiendo nuestros productos, que generan recursos para las rentas del departamento. Estamos trabajando todas las estrategias comerciales y de mercadeo para que la gente consuma Antioqueño”.
Una vez se abran las fronteras para el Antioqueño en otros departamentos, ¿cómo estiman que quedará repartido el mercado?
“Tenemos expectativas muy altas, el Aguardiente Antioqueño va a llegar a todo el país con la entrada a los ocho nuevos departamentos. Nos ilusiona llegar al mercado del Suroccidente colombiano, que es Cauca, Valle y Nariño y estamos listos para cuando nos den el permiso”.
¿En el Suroccidente ven un potencial similar al de Antioquia o Bogotá?
“En el Valle del Cauca, por ejemplo, hay una gran injerencia de antioqueños en la zona Norte. Allá hace rato están reclamando que llegue el Antioqueño. Queremos conquistar ese mercado, no solo con aguardiente, sino también con rones en el caso de la Costa Pacífica.
Pensamos que nuestro aguardiente puede ser líder en el Valle en unos años”.
Ahora, frente al Eje Cafetero, ¿cómo están operando?
“Siempre hemos estado en Quindío, Risaralda y Caldas. No teníamos la entrada de nuestro Aguardiente Real Amarillo 24° al departamento de Caldas, pero en los últimos días nos dieron el ingreso y lo empezaremos a distribuir”.
¿Qué inversiones demandará la llegada de la FLA a nuevos departamentos?
“En la mayoría de los departamentos (a los que entrará) la FLA no tiene distribuidor, de manera que estamos en la consecución de los mismos. Ya tenemos en Cauca, Valle y Nariño y en los próximos días lo tendremos en Boyacá. Lo segundo es que, cuando tengamos los permisos de introducción generaremos una expectativa muy grande en las regiones”.
¿Qué tanto cambiaron las metas del año con la decisión de la Corte?
“Teníamos, desde febrero, la idea de entrar a los nuevos mercados, pero ya es junio y no tenemos certeza de cuántos permisos nos van a otorgar. Es difícil dar una cifra, pero esperamos seguir creciendo y defender nuestro mercado antioqueño, porque aquí hacemos el 46% de la venta. Ahora, si nos abren a tiempo mercados relevantes como Valle y Nariño vamos a crecer en número de unidades”.
En general, ¿ha habido receptividad de los departamentos frente a la decisión de la Corte?
“Estamos a la espera. Habían comentado que el departamento de Nariño otorgó un permiso a otra industria licorera hace más de un mes, pero a nosotros al momento no nos han firmado el aval. No le niego que ha sido un poco decepcionante no encontrar la receptividad en otros departamentos”.
¿En qué quedaron las asperezas que se habían observado entre la FLA y la Licorera de Caldas?
“La relación está bien. Inclusive, el viernes hablé con el gerente de la ILC sobre el fallo de la Corte y la importancia de trabajar mancomunadamente para que toda la industria de licores del país abra sus mercados.
Tenemos las mejores relaciones. Cada botella que nosotros vendemos en Caldas le genera un recurso a ese departamento, y viceversa, a través del impuesto al consumo”.
