Como ya se acercaba la fiesta de la Pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de novillos, ovejas y palomas, y a los que estaban sentados en los puestos donde se le cambiaba el dinero a la gente. Al verlo, Jesús tomó unas cuerdas, se hizo un látigo y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus novillos. A los vendedores de palomas les dijo: - ¡Saquen esto de aquí! ¡No hagan un mercado de la casa de mi Padre! Entonces sus discípulos se acordaron de aquella Escritura que dice: “Me consume el celo por tu casa”. Los judíos le preguntaron: - ¿Qué prueba nos das de tu autoridad para hacer esto? Jesús les contestó: - Destruyan este templo, y en tres días volveré a levantarlo. Los judíos le dijeron:...