El pasado 10 de julio falleció el escritor José Gabriel Baena Gaviria, bien conocido en el ámbito cultural de Medellín. Y mientras me hago a la idea de que se murió el amigo de El Mundo, referente siempre disponible en la Piloto, contertulio de silencios y paciente compañero de aventuras editoriales, quisiera rendirle como homenaje una selección de pensamientos sobre la muerte, que entresaco de viejas columnas mías. Es un recurso del que suelo echar mano para apaciguar el duelo y la tristeza aneja a la desaparición de amigos y seres queridos. Tal vez algunos lectores las recuerden.
Además, a propósito de Baena, como escuetamente le decía yo, confieso que necesito tiempo para volver a leer, no simplemente releer, sus libros y también para desatrasarme...