Somos, si se quiere, una página en blanco, al menos deberíamos intentar que una última por escribir nos habitase. Hemos escrito miles, hemos añadido a nuestra vida y lo hacemos cada día una nueva página, navegamos por ellas, nos desplazamos a través de las frases que vamos construyendo, que sin cesar borramos, armamos y resignificamos una a una, transcribimos, traducimos o llenamos cada espacio, las letras caen como lluvia incesante para ensamblar las frases que dan sentido a nuestra existencia, a veces subrayo líneas o párrafos enteros que transforman o acentúan lo que he sido, arranco, arrugo o despedazo aquello que me duele ... en eso pienso mientras veo a los niños con los ojos vendados que habitan un espacio en el que un lector y unos sonidos...