Pico y Placa Medellín
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Hay días que marcan un antes y un después para una ciudad. Días que no están en ningún calendario oficial, que no son grandes eventos, pero que quedan tatuados en el ADN de un territorio. La reunión que tuvimos esta semana en Proantioquia con los afiliados, la junta, el artista JBalvin y su maravilloso equipo, fue uno de esos momentos. No por la anécdota, sino por lo que simboliza: Medellín entrando con paso firme en una nueva etapa de su industria musical y del entretenimiento. Una etapa donde el talento, las instituciones y el sector empresarial empiezan a caminar al mismo ritmo.
Hace unos años esta conversación era impensable. Hoy es inevitable. Porque lo que está ocurriendo en Medellín no es casualidad; es el resultado de un proceso colectivo que ha madurado, que se ha profesionalizado y que entiende que la música no es solo cultura: es economía, empleo, turismo, inversión, identidad y, sobre todo, una forma de construir futuro.
Desde finales de 2022, cuando se creó la Mesa de la Industria Musical, liderada por Proantioquia, Comfama y el Clúster CCMA, el diálogo entre artistas, empresarios, universidades y productores comenzó a alinearse. ELPAUER, BIME, Last Tour, académicos, managers, ingenieros, promotores y artistas como Juanes, quien entendió este sueño desde el principio, empezaron a construir un propósito compartido: convertir a Medellín en la capital latinoamericana de la industria musical.
Este propósito ya no es sólo una aspiración: está en marcha, y en Proantioquia, de la mano de unos grandes aliados, nos estamos encargando. Hoy, Medellín cuenta con 53 programas de formación para la industria musical, desde ingeniería de audio hasta management, songwriting, producción, iluminación, derechos del entretenimiento y negocio musical. Es una oferta educativa que no existía y que está formando a miles de jóvenes en las competencias reales del sector. En palabras del propio ecosistema: montamos la escuela que la industria necesitaba. Y la montamos entre todos.
A esto se suma el primer manual para la formación profesional de la industria, cocreado con BIME y Last Tour, una guía que por primera vez ordena, estandariza y proyecta el conocimiento que este sector exige. La academia aprende de la industria y la industria aprende de la academia: esa es la verdadera sofisticación. La semana pasada hablábamos de articulación con la academia para mayor pertinencia. ¿Qué mejor piloto que el entretenimiento para lograrlo?
Las cifras confirman este momento histórico. Me permito un poco de regionalismo, con orgullo: Siete de los diez artistas colombianos más escuchados globalmente nacieron o se formaron en Medellín. Los artistas colombianos generaron en 2024 más de USD 98 millones solo en Spotify. El entretenimiento fue el sector que más creció en el país en 2024, con un impresionante 9.8%, y los espectáculos públicos aumentaron 22.6% en un año. Colombia fue el tercer país de América Latina con mayor crecimiento fonográfico: 32%.
Nada de esto ocurre por accidente. Ocurre porque Medellín es una incubadora natural de talento, un ecosistema donde el barrio, la calle, la academia, la empresa y las instituciones conversan entre sí. Y ocurre porque artistas como J Balvin, que esta semana nos habló con la lucidez y la visión de un estratega global y que nos enseña que su éxito no se explica sin su ciudad, y que su ciudad puede crecer si ellos se involucran.
Balvin lo dijo con claridad en el Atanasio, después de un show producido cien por ciento con talento colombiano: “Mi sueño es que la ciudad entera florezca con la música, y el momento es ahora.” Tiene razón. El momento es ahora. Medellín tiene el talento, la marca, la credibilidad mundial y la ambición. Nos corresponde a nosotros generar la infraestructura, las condiciones y la plataforma de articulación para hacerlo.
Este es el comienzo de una nueva Medellín: una que aprende, que se profesionaliza, que se conecta y que se proyecta al mundo no solo con su sonido, sino con su capacidad de transformar talentos individuales en oportunidades colectivas. La música no es solo un motor económico para Medellín. Es una declaración de quiénes somos y hasta dónde podemos llegar, juntos. En Proantioquia hacemos que las cosas pasen, soñamos sueños grandes, trabajamos juntos y juntos, construimos futuro.
¿Convertimos a Medellín el hub mundial del entretenimiento?
*Presidenta ejecutiva Proantioquia
