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En un reciente viaje a Cali donde tuve que dictar un seminario de vinos, conocí a un personaje singular de pelo negro ensortijado, barba desarrapada y mirada inteligente, con pinta de loco o de genio, tal vez de las dos, resultó ser el famoso barman Carlos Gaitán, figura fundamental en la difusión del viche en Colombia, conocido internacionalmente como The Viche’s ambassador. El buen Carlos escuchó estoicamente mi charla haciendo preguntas punzantes, de esas que solo saben hacer los apasionados sobre un tema y al final del seminario sacó una sencilla botella de su maleta y me dijo con voz socarrona: “Pruebe esta vaina y me cuenta”. Al principio miré con desconfianza la botella, era de una sencillez franciscana donde uno podría encontrar un alcohol de farmacia o un disolvente de pintura, sin embargo esa noche la probé en la calma de mi cuarto de hotel y unos sabores agrestes, terrosos y vegetales, con olor a madreselva y santería descendieron misteriosamente por mi garganta, una sensación inédita que solo un brujo de Benín o hechicero haitiano podían producir. Al otro día llamé a Carlos y le pregunté: “Maestro cuénteme más de ese líquido”.
Me contó con mucha paciencia que el viche es una bebida alcohólica destilada de la caña de azúcar procedente del pacífico colombiano, que se elabora en los departamentos del Choco; Valle del Cauca; Cauca y Nariño, la mayor parte de comunidades que se dedican a esta labor son afrodescendientes o negritudes afro colombianas que conocen el arte de la destilación con fines recreativos, mágicos y medicinales. Recordé la revolución haitiana de 1791 y las gestas de Alejandro Pétion (ese gran amigo de Bolívar) que extendieron no solo su revolución sino su conocimiento, afrancesado, de la destilación por todas las islas del Caribe enseñando la preparación e ingesta del tifey (de donde viene la palabra tafia o aguardiente de caña), cuyas raíces y plantas tienen propiedades antigripales, diuréticas, y afrodisíacas, además de jugar un papel ritual importante en los cultos religiosos afro-antillanos. Igual pasaba en los ingenios brasileños con el nacimiento de la cachaça y nuestro pacífico colombiano no sería la excepción con la gestación del viche.
Luego Carlos siguió explicándome que trabajaba con productores de Cajambre, una comunidad ubicada en el departamento del Valle del Cauca y bañada además por el río Cajambre, tienen abundancia de vegetación, humedad relativa muy alta y humedad de piso también muy elevada, estas condiciones otorgan un perfil singular de viche con acentos cítricos y un final dulce muy agradable, ideal para personas que jamás probaron este destilado, este seria el viche perfecto para iniciarse en esta mágica bebida.
Viche Bailadores
Productores: Familias Hurtado Hurtado y Hurtado Angulo
Materia Prima: Caña de Azúcar
Año: N/A
Zona: Cajambre (Valle del Cauca)
País: Colombia
Destilador: Comunidades Afro del Pacífico colombiano
No declara añejamiento
Temperatura de Servicio:0 15ºC
Alcohol: 42 % AbV