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Un año después de que se integraron por la puerta de atrás Avianca y Viva, el fracaso en este proceso deja varias lecciones. Una de ellas es la falta de agilidad de las autoridades aéreas para dar una respuesta más rápida que habría evitado poner a las aerolíneas en el extremo de la crisis.
Asimismo, si la toma de decisiones de dichas autoridades hubiera sido medianamente ágil habría evitado que los viajeros se vieran afectados. Y por parte de las aerolíneas también queda la lección de que no se puede hacer cuentas alegres antes de tiempo y es necesario tomar todas las medidas necesarias para no dejar a los viajeros en el aire.
Más allá, tal vez la gran lección para el país es que necesitamos mayor competencia en el mercado aéreo, que ha estado por años concentrado en cuatro o cinco aerolíneas que se quedan con casi toda la torta del mercado. Avianca, la que fue durante más de 100 años la aerolínea insignia de Colombia, está en manos extranjeras, entre ellas la compañía United Airlines y fondos de inversión como Kingsland Holding y Elliot Management. A comienzos del año tenía una participación en el mercado doméstico del 35%, pero con la crisis de Viva y de Ultra, las dos compañías de bajo costo, fue creciendo rápidamente hasta llegar a 42,8% en abril de este año.
En segundo lugar está la chilena Latam que también creció cerca de siete puntos en cuota de mercado y tiene el 21%, seguida de Easyfly con 13%, Satena con 7% y Wingo con 4%.
Al integrarse con Viva, que antes de suspender operaciones en febrero pasado era la tercera aerolínea del país con cerca del 17% del mercado, Avianca esperaba aumentar su participación hasta un 58% y tener presencia en 59 rutas nacionales para movilizar el 93% de los pasajeros. Es decir, seguiría teniendo una posición dominante, que fue a la postre la principal razón para que todo el proceso de fusión se viniera al piso ante las condiciones que le impuso la Aeronáutica Civil
Adrian Neuhauser, CEO de Avianca, en entrevista con EL COLOMBIANO, dijo que de haberse integrado con Viva Air se habría puesto en entredicho la supervivencia de la compañía porque habría perdido hasta 100 millones de dólares al año bajo las condiciones de la Aerocivil. De hecho, Avianca ya perdió los 200 millones de dólares que invirtió cuando adquirió los derechos económicos de Viva, en abril de 2022. El directivo también se quejó de que las más beneficiadas con este proceso fallido han sido Latam y JetSmart, al tiempo que no descartó que hacia adelante puedan tomar acciones legales.
En un mercado donde prima la competencia es lógico que los demás actores vean la manera de sacar ventaja, más en las actuales circunstancias del sector aéreo que se ha visto muy golpeado por la devaluación del peso que encarece el precio de los combustibles, la elevada inflación y los altos impuestos, entre ellos el IVA del 19% a los tiquetes aéreos.
Ojalá en adelante haya mayor competencia, lleguen más compañías y se fomente el esquema de bajo costo que permitió que millones de colombianos viajaran en avión. Porque lo que no debe suceder, y lamentablemente puede ser así, es que ahora nos quedemos con menos oferta de vuelos de bajo costo.
No es posible que hoy el archipiélago de San Andrés esté pasando una difícil coyuntura económica por la drástica disminución de turistas teniendo en cuenta que Viva era una de las principales aerolíneas que llegaba a este destino. O que quienes viven en diferentes regiones adonde llega una sola compañía tengan que pagar tiquetes muy elevados.
El sector aéreo tiene muchas buenas noticias para dar. Entre otras que el año pasado se rompieron todos los récords al registrar 48 millones de viajeros. Un crecimiento de casi el 20% con respecto al año anterior a la pandemia. El turismo sigue creciendo en Colombia de la mano del servicio de estas aerolíneas. Y sobre todo hay que hacer un reconocimiento a Avianca –y en un menor porcentaje a Latam– que se ha echado al hombro el traslado de los viajeros que se habían quedado con los tiquetes comprados de Viva y de Ultra.
Todavía faltan más capítulos por cerrar en esta historia del sector aéreo, de ver qué acciones tomarán Avianca y Viva, qué cuota de mercado coparán las demás aerolíneas, cómo se resarcirá a los pasajeros afectados y qué decisiones concretas pondrá en marcha la Aerocivil para que se sigan abriendo los cielos y para que lo ocurrido no vuelva a pasar.