A cuatro meses de los Juegos Olímpicos de Brasil, surge en las redes sociales una amenaza del Estado Islámico, grupo de corte radical, en la cual se anuncia que ese país está en la mira de los yihadistas.
Al grave escándalo de corrupción del gobierno de Dilma Rousseff ahora se suma una sentencia que inquieta si se piensa que los terroristas golpearon París (Francia) y Bruselas (Bélgica) en menos de cinco meses, con centenares de muertos y heridos. Lo peor es que la amenaza aparece cuando Brasil está próximo a llenarse de turistas y deportistas de todo el mundo.