Dice alias “Iván Márquez” que ya no va a ir al Senado, a ocupar la curul a él asignada. Aunque ello no signifique una pérdida irremediable para la democracia colombiana, no deja de sonar con tono de chantaje al Gobierno, como forma de presión para que se comprometa -como si la justicia no fuera una rama independiente- a que él no será objeto de investigaciones.
Hay una división interna en la actual Farc. Habrán de dirimirla sus dirigentes como se hace en la actividad política. Pero no invocando inercias adquiridas a lo largo de décadas en la actividad armada. Por otra parte, dice “Márquez” que no está dispuesto a ir al Senado a que le digan “mafioso”. Cosas peores oyen los senadores en boca de sus mismos colegas. Sustos más serios trae la política.