La investigación interna aún no define responsabilidades concretas pero la documentación, los testimonios e informes preliminares dan cuenta de que en la seccional Medellín de la Fiscalía General de la Nación hubo funcionarios que se aprovecharon de sus cargos para vender vehículos que aparecían como chatarrizados, o los hacía matricular en diversas oficinas de Tránsito.
El funcionario que investigó y acreditó los negociados ilícitos al final renunció y ha denunciado múltiples amenazas. Se espera que el fiscal General y la fiscal seccional limpien la casa, que buena falta hace.