En pleno cierre de año, cuando miles de personas necesitan que las vías funcionen de manera impecable, la Autopista Medellín-Bogotá, que une las dos principales ciudades del país vuelve a fallar. Sin una alternativa real para conductores y pasajeros, el frenazo de la autopista colapsa arterias tan importantes como Las Palmas, Santa Elena y El Escobero, que solo con su propio tráfico, por cualquier incidente terminan taponadas por horas. El problema de la Medellín-Bogotá está debidamente diagnosticado. Sin embargo, se ha tolerado el manejo descarado de sus laderas vecinas.
Pico y Placa Medellín
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