El doctor Richard Smith afirmó en la revista médica British Medical Journal que el cáncer era la mejor manera de morir: “Tienes la oportunidad de despedirte, reflexionar sobre tu vida, decir unas últimas palabras, visitar lugares significativos por última vez, escuchar tu música favorita, leer tus poemas favoritos y prepararte, según tus creencias, para reunirte con tu creador o disfrutar el descanso eterno”. Sin embargo, las personas que han visto sufrir y morir de cáncer a sus seres queridos han criticado la posición del Smith.
Algunos, como Luis Buñuel, cineasta, surrealista y revolucionario, piensan mucho en la muerte. “A veces creo que cuanto antes mejor, como la muerte de mi amigo Max Aub, que murió de repente, durante un juego de cartas. Pero la mayoría de las veces prefiero una muerte más lenta, una que se espera, que me permita volver a visitar mi vida para un último adiós”.
Recientemente, una bloguera francesa conocida en el mundo fitness, murió a causa de las heridas que le provocó la explosión de un sifón al preparar crema chantilly, según indicó la policía. Ella, como muchos otros no tuvo opción de despedirse y murió de manera insólita e inesperada.
Estrella del fitness falleció en trágico accidente casero
Algunos intentan nunca pensar en esto, pero hay que decirlo: la muerte es inevitable. ¿Cuáles son, entonces, otras maneras de morir que tal vez nunca contemplamos?
1. Las selfies hacen parte de nuestra vida y de nuestra muerte también. En los últimos meses los medios han publicado las historias de más de una persona que murió en el momento de tomarse una foto. El portal de periodismo de datos Priceonomics afirma que desde 2014 se han registrado 49 decesos relacionados con las selfies.
Uno de estos fue el caso de un estudiante ruso de 17 años de edad, que subió a un edificio de nueve pisos, cerca de Moscú, y se colgó para parecer que estuviese cayendo. El problema es que en realidad se cayó, su mano se deslizó y murió instantáneamente. Apenas unas semanas antes, había publicado una imagen similar de sí mismo en una situación que pone nervioso a más de uno.