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“El arte contemporáneo no es fácil de leer”

La artista colombiana Carlota Sandoval fue condecorada con el premio Pierre Cardin en la categoría escultura.

  • Obra: El niño que ya no será mecido por su madre Foto: Cortesía
    Obra: El niño que ya no será mecido por su madre Foto: Cortesía
  • Obra: El uso Foto: Cortesía
    Obra: El uso Foto: Cortesía
  • Obra: El oso subió a la montaña Foto: Cortesía
    Obra: El oso subió a la montaña Foto: Cortesía
  • Obra: Intervención #3 con las arvejas Foto: Cortesía
    Obra: Intervención #3 con las arvejas Foto: Cortesía
  • Obra: Respuesta a las manifestaciones de mayo de 2021 en Colombia Foto: Cortesía
    Obra: Respuesta a las manifestaciones de mayo de 2021 en Colombia Foto: Cortesía
  • Obra: Polvo que es memoria Foto: Cortesía
    Obra: Polvo que es memoria Foto: Cortesía
  • Carlota Sandoval con 25 años ya ostenta el premio Pierre Cardin Foto: Silina Syan
    Carlota Sandoval con 25 años ya ostenta el premio Pierre Cardin Foto: Silina Syan
06 de octubre de 2021
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Aunque Carlota Sandoval nació en Bath, Reino Unido, es colombiana. “Lo descubro a diario”, dice. Sus padres son colombianos, sus amigos, sus recuerdos, sus costumbres, las obras que le salen, todo en su vida, menos su hogar: vive en Francia. Se mudó allí después de terminar el colegio en el Liceo Francés de Bogotá para estudiar artes.

Su trabajo se relaciona con las cosas mínimas del día a día, por ejemplo el trabajo final de su maestría es sobre el aseo. También para una obra reconstruyó la cama de su mamá, como un símbolo de la infancia con el que cualquier persona puede conectar y reflexionar. Son pequeñas situaciones cotidianas que invitan a pensar y reflexionar.

En esta entrevista, habló sobre su obra, el arte contemporáneo, la poesía y lo que significa, siendo extranjera, ganarse el Pierre Cardin, al que solo se entra en competición si un miembro de la Academia Francesa de Bellas Artes te postula. Para ella fue una sorpresa.

¿Cómo entró en competencia por el Pierre Cardin?

“Este año, que era el final de mi maestría, empecé a aplicar a residencias. En una de esas algún jurado retuvo mi aplicación y postuló mi trabajo a los demás miembros de la Academia. Cuando me preseleccionaron me emocioné mucho, es un premio importante y yo no tenía idea de que me habían postulado y ese ya era un logro. Un mes después recibí otro correo diciéndome que había ganado en la categoría de escultura por mi obra en general.

Me siento muy honrada en recibirlo siendo colombiana, extranjera y joven. Es un premio muy importante en general, me abre muchas puertas, pero sobre todo me motiva a seguir trabajando y a encontrar nuevos espacios para exponer, y nuevos artistas con los que colaborar”.

¿Cómo describiría su obra?

“En mi trabajo hablo sobre experiencias personales que me marcan el día a día, para que las demás personas reflexione sobre su propia experiencia. Hablo sobre el tiempo, la mayoría de mis trabajos evoca mucho el pasado, volví a crear la cama de mi mamá cuando niña, eso es algo en lo que todos nos podemos reflejar, todo el mundo tiene, o tuvo, una mamá, si pensamos en esa persona cuando fue un niño, pensamos en nuestra infancia.

Esa pieza habla en particular sobre un desplazamiento, un conflicto armado y digamos que a mí me gustaría aclarar que mi obra no está comprometida políticamente, no es lo que a mí me interesa sino que es más hablar de lo que pasa socialmente, lo que es importante para mí es la historia de mi mamá, una historia que quiero contar, más por el lado personal, por el lado de los recuerdos.

Cuando me vine a los 17 años no estaba tan consiente de lo que yo como persona representaba y acá sí me di cuenta que no soy francesa, soy extranjera, soy colombiana”.

Durante sus estudios trabajó en Dinamarca, ¿cómo fue?

“Estuve en un taller de artes conceptuales y contextuales, dirigido por las artistas Carla Zaccagnini y Lisa Nyberg. Allí empecé a entender cosas muy importantes de mi trabajo, a enfocarme más en el cuerpo y en hacer trabajos más de performance. También inicié la escritura de mi ensayo final que es sobre el aseo. Me llamaban la atención todos esos rituales típicos de la vida cotidiana que me marcaron a mí y a mi trabajo.

Por ejemplo, yo me acuerdo que en mi casa se decía mucho ‘no, eso ya no se puede limpiar, eso es mugre limpia’. Cuando algo está sucio con un trazo, una marca, es como el trazo del tiempo en el objeto y se vuelve parte de él, esa mugre, eso que está ahí.

Me gusta ver cómo las mujeres se organizan para hacer todas las tareas del hogar. Es como una especie de ritual que depende de cada hogar, de cada persona, es algo muy meditativo, silencioso, y creo que en el silencio pasan muchas cosas. También cuando se extiende la ropa, pasa el viento y mueve toda la ropa, es una instalación. La música para planchar, eso es algo que no existe acá, ese concepto de poner una música para la acción.

Entiendo que haya gente que no le vea la poesía a lo que pasa en el día a día, pero eso también es lo que busco con mi trabajo, que uno se fije en esas cosas que hace, porque casi nunca tiene tiempo.

En mi ensayo final hay poemas escritos, digamos que está la parte teórica y la poesía al lado. Yo he escrito poemas desde pequeña, siempre están ahí aunque no sean mi foco principal. He publicado dos poemas, uno en España y otro en Bogotá. También empecé a compartirlos en mi instagram (@carlota_es_cosmos)”.

Su obra se enmarca en arte contemporáneo abstracto, ¿cómo explicarlo?

“Para mí se ha convertido en una experiencia, cuando vas a un museo empiezas a sentirla. Por eso casi nunca expongo una pieza individual, me gusta que dialoguen entre ellas. Estoy consciente de que el arte contemporáneo no es fácil de leer y tiene unos códigos muy precisos que hacen que no sea accesible para todo el mundo y me gustaría cambiarlo.

Decirle a la gente que no tiene por qué entender todo, es más de sentir algo y decir ‘bueno esta exposición me hizo pensar en mi familia, o me hizo cuestionarme sobre este ritual que tengo cada día, o esto que pienso cuando lavo los platos o sobre el hecho de que soy una mujer’, para mí lo importante es despertar cuestionamientos en cada persona y que de esa experiencia de exposición y de espacio vengan después cambios en nuestra vida, en nuestra manera de ver”.

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