En diciembre 25 del año pasado la humanidad vio cómo el mayor y más potente telescopio fue lanzado al espacio con completo éxito y ahora, cuatro meses después, sigue a la espera de que comience a funcionar para revelar más secretos sobre los inicios del universo.
Mientras tanto, se ha anunciado el llamado Telescopio Solar Europeo, un observatorio que será presentado el 3 de mayo en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España y que se prevé empiece a construirse en 2024 en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla española de La Palma.
A diferencia del James Webb, el Hubble y otros observatorios, este solar estará ubicado, como los de su tipo, dentro de la Tierra.
Tendrá un espejo de 4,2 metros de diámetro y una altura de 44 metros y, si todo sale como se tiene planeado, estaría listo y en funcionamiento para el año 2029 para impulsar la investigación del Sol en Europa.
La nueva infraestructura se ubicará en el área de los telescopios Solar Sueco (TSS) y holandés (DOT) y la decisión sobre su emplazamiento fue adoptada el pasado año por el comité científico internacional de los observatorios del archipiélago español de las Canarias.
La ubicación final de EST se ha establecido teniendo en cuenta los requisitos que un telescopio solar debe cumplir para optimizar sus resultados científicos, evitando las perturbaciones en las infraestructuras cercanas. Los dos telescopios solares existentes en una zona ya antropizada, pueden ceder su espacio al EST minimizando el impacto medioambiental de la nueva instalación.
El Telescopio Solar Europeo (EST, en sus siglas en inglés) dispondrá de un sistema avanzado de óptica adaptativa, tecnología diseñada para reducir las distorsiones en la imagen que producen las turbulencias atmosféricas. Gracias a su gran espejo y su especial diseño óptico, EST también conseguirá hacer medidas de gran precisión de los campos magnéticos, mejorando enormemente las capacidades de cualquier telescopio solar existente hoy en día.
Sin embargo, este telescopio no tendrá el mismo objetivo que el James Webb y no tiene, ni cerca, la misma magnitud ni capacidad.
El objetivo principal de este telescopio, que permitirá comprender mejor la actividad magnética solar, será el de investigar la estructura, dinámica y energía de la baja atmósfera solar para estudiar fenómenos como las manchas solares o las fulguraciones, con una precisión sin precedentes.
EST será un telescopio tecnológicamente único en el mundo y representará el máximo exponente de la física solar terrestre europea. Por ello, desde 2016 está incluido en la hoja de ruta del Foro de Estrategia Europea sobre Infraestructuras de Investigación (ESFRI, por sus siglas en inglés).